El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha revisado esta mañana la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena a Marcel Vivet a cinco años de prisión por haber participado en la manifestación contra el sindicato policial Jusapol. La vista ha sido para revisar una prueba documental presentada por la defensa en el recurso de apelación y que ha sido aceptada, y que podría ser clave para, como mínimo, rebajar su condena. Se trata de parte de otro procedimiento donde se acusa otro joven, Adrià Catasús, de herir al mismo agente que Vivet, aunque el mosso sólo sostiene que fue herido una vez, por lo tanto se da una duplicidad de casos, acusando a dos personas de un mismo hecho. Además, Vivet y Catasús no estaban juntos en la protesta. Después de la exposición de la prueba donde han intervenido la defensa de Vivet, el fiscal y la defensa del Mosso, ha quedado visto por sentencia y se calcula una resolución dentro de un mes.
Durante su exposición el abogado de Vivet, Carlos Hurtado, ha remarcado más contradicciones de la acusación, subrayando que en el juicio se habló de una protesta de un grupo en general que hace lanzamientos de objetos, pero que no se puede probar que Vivet sea uno de ellos, y que por lo tanto no tendría que ser condenado por desórdenes públicos. Además ha destacado como la condena está sustentada en una única prueba de cargo, el testimonio del mosso, que a la vez es la parte acusatoria. Además, la defensa alega que el mosso lesionado no identificó claramente a Vivet, y que las imágenes y los vídeos solo muestran al joven independentista con un palo de bandera pero con actitud pacífica.
Después de la intervención de la defensa, el fiscal ha descartado esta supuesta duplicidad de causas, ha considerado que se habla de incidentes diferentes y que el atestado de Catasús -que de hecho será juzgado en mayo y se le piden ocho años de prisión- es por otros hechos, aunque fuera la misma manifestación. El abogado de la acusación particular -el agente de mossos- José Antonio Bitos, también ha descartado que haya habido dos causas por los mismos hechos.
Esta revisión de la sentencia de Vivet ha ido acompañada de apoyo social y político. En las puertas del TSJC se han concentrado decenas de personas para dar apoyo a Vivet y a Catasús, y entre ellas también había miembros de ERC, Junts, CUP, Òmnium y ANC. Los dos primeros, partidos del Govern que precisamente estaban dentro del procedimiento para defender el mosso de esquadra que acusó a Vivet. Los servicios jurídicos presentaron inicialmente una solicitud de cuatro años y nueve meses de prisión contra Vivet y después lo rebajaron a seis meses. Después, sin embargo, la Generalitat fue expulsada del procedimiento porque el agente de los antidisturbios a quien defendía se marchó a un abogado privado al acabar el juicio.
El Govern, en el punto de mira
En declaraciones delante de los concentrados, Vivet ha cargado contra el estado español pero también ha sido muy duro con la Generalitat: "No hay normalidad bajo este régimen que es el estado, y el gobierno autonómico no hace nada para defendernos. Tiene relaciones de normalidad con el estado asesino", ha cargado al joven badalonés, que ha acusado el fascismo español de esta represión y ha avisado: "Convertiremos esta pesadilla en nuestra victoria".
Por parte de la CUP ha tomado la palabra el diputado Xavier Pellicer, que ha cargado contra el Govern por hacer llamamientos en un pasado a la movilización y ahora no defender los represaliados: "Hace falta coherencia, que el Govern esté al lado de la gente que se movilizó y se moviliza", y ha explicado que el próximo 1 de junio a petición de la formación anticapitalista comparecerá el conseller de Interior Joan Ignasi Elena en la Comisión de Interior del Parlament para dar explicaciones sobre el caso de Vivet y Catasús: "También invitaremos a Marcel y Adrià, y a sus abogados, para que vengan y miren a los ojos al conseller de Interior", ha resaltado.
Por parte de Òmnium Xavier Antich ha resaltado que la solidaridad anti-represiva es básica ante un estado español que busca imponer el miedo y provocar la desmovilización del activismo, porque "los tribunales españoles son una rama de la represión del activismo", y ha avisado de que a Òmnium les encontrarán de cara denunciante prácticas impropias de un estado de derecho. Desde la ANC han intervenido Elisenda Paluzie i Arià Baye, los dos espiados en el marco del CatalanGate. La presidenta de la entidad ha pedido convertir la represión en una herramienta de lucha para la independencia de Catalunya: "Marcel es un ejemplo de cómo la represión puede ser herramienta de lucha".