Días después de que el Gobierno presentara, con retraso, los datos de la Encuesta de usos lingüísticos de la població del 2023, que revelaba que el catalán solo es la lengua de uso habitual de un tercio de la población del país, todavía salen cifras de impacto que muestran hasta qué punto la situación de la lengua es compleja. Este miércoles, el conseller del ramo, Francesc Xavier Vila, ha comparecido ante la comisión de Política Lingüística a petición de Esquerra Republicana (partido que exigió a Salvador Illa la creación de la conselleria como uno de los elementos del pacto de investidura) para explicar punto por punto las cifras. Y durante su exposición ha habido un dato que ha llamado especialmente la atención: en Catalunya, en 2023, había 1,6 millones de personas que aseguraba que su uso del catalán era nulo, del 0%. "Hay 1,6 millones de personas que viven en Catalunya sin decir ni 'bon dia'", ha resumido el conseller, que ha subrayado que el hecho de que los encuestados hayan situado su uso en el 0% es muy "contundente", porque habrían podido decir un 2% o un 5%.
Villa también ha explicado que el colectivo de personas que dicen no utilizar absolutamente nunca el catalán es el "colectivo que más crece" respecto de la encuesta de 2018, y ejerce más presión sobre las otras franjas de la población. En este sentido, el conseller ha añadido que la situación ideal para hablar una lengua es hacerlo con alguien que también sepa hablarla, y el hecho de que haya una cifra tan alta de personas que no la utilice nunca "determina toda la cadena de usos". Desde hace años, las entidades que trabajan por la lengua catalana ponen el foco en la importancia de mantener el catalán incluso cuando la persona con quien se está conversando no lo habla para, por un lado, demostrar la importancia de la lengua, y por el otro, ayudarla a aprenderla.
Garantizar ser atendidos en catalán
En este sentido, el titular de política lingüística ha puesto el foco en que "para poder hablar catalán, hace falta que los interlocutores lo sepan". Partiendo de esta base, ha asegurado que hace falta que las instituciones y las organizaciones garanticen que su personal sepa atender en catalán. Con respecto a hacer obligatoria la lengua para las personas recién llegadas al país, Vila ha pedido distinguir entre aquellos estudiantes, por ejemplo, que se instalan en Catalunya durante seis meses de Erasmus, a los que, cree, no se les tiene que exigir un nivel C1, y aquellos que se trasladan a vivir y a estudiar una carrera de Medicina durante seis años y después quieren ejercer la profesión en el país. Desde Junts per Catalunya se ha pedido al conseller que se haga un análisis demoscópico sobre este millón y medio de personas que viven en Catalunya sin hablar nunca catalán, y también si es esta franja de la población la que impide que los catalanohablantes ejerzan sus derechos lingüísticos.