La propuesta de Vox en Castilla y León, que los ultras denominan provida, sobre los abortos ha sacudido el panorama político español y ha recuperado un debate que parecía superado. Ahora, con el Gobierno enviando un requerimiento a la Junta de esta autonomía por incompetencia, el partido de Santiago Abascal ha puesto sobre la mesa una posible salida del gobierno regional de Castilla y León que dejaría el PP en minoría si los de Alfonso Fernández Mañueco no aceptan sus tesis y ponen en marcha medidas como que los médicos ofrezcan a las mujeres escuchar el latido del feto o una ecografía 4D. Ha sido Ignacio Garriga, líder del partido en el Parlament de Catalunya y secretario general de la formación, a quien ha dejado caer en una entrevista en Radio 4 y La 2 que revisarán "si seguir o no" a la Junta de Castilla y León si no se cumplen los acuerdos sobre el protocolo provida, que, según Garriga, estaban pactados desde antes de la investidura de Mañueco.
El PP, ¿un partido de palabra?
"Llegará el momento de establecer un balance del cumplimiento de los acuerdos que pactamos antes de la investidura, y si no se cumplen, tendremos que revisar este acuerdo y la opción de seguir o no en el Gobierno", ha insistido Garriga, que ha dejado claro que Vox exigirá que estos acuerdos para formar gobierno (el primero con un partido de ultraderecha) se cumplan, y también el de las medidas provida que ahora han generado tanta polémica. Con todo, a pesar del tira y afloja que han protagonizado en las últimas horas, Garriga se ha mostrado convencido de que el PP acabará por aceptar estas ideas: "Quiero ser positivo, quiero creer que en el PP son gente de palabra, porque han firmado un acuerdo, un protocolo, y lo llevarán a cabo", ha asegurado el político ultra ante la posibilidad de que, finalmente, los populares se desentiendan.
Durante las últimas horas también se ha planteado la posibilidad de que el presidente Mañueco acabe destituyendo a su vicepresidente, el polémico Juan García-Gallardo, que fue quien anunció las medidas y a quien ya ha desautorizado, asegurando que el actual protocolo de los abortos no sufrirá ningún cambio. Sobre este planteamiento, Garriga ha negado que su partido se sienta desautorizado por el presidente de la Junta: "Todo está aprobado. Sanidad emitirá la orden en las próximas horas, en los próximos días" ha avanzado el catalán, que asegura que no son medidas de presión, sino puramente informativas, para las mujeres, ya que si finalmente, después de escuchar el latido o ver la ecografía en 4D, deciden continuar con el embarazo, será una decisión que solo depende de ellas.
Reproches en el Gobierno
Desde la Moncloa, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha entrado de lleno en esta polémica regional, con ministros de los dos partidos de la coalición denunciando la posibilidad de un cambio de protocolo en Castilla y León y con el envío de dos requerimientos a la Junta. Según Garriga, esta "sobreactuación", —un término que también se ha ido utilizando en las filas del PP— del gobierno de Pedro Sánchez forma parte de una "campaña del presidente del Gobierno que evidencia el miedo que nos tiene". Para él, el requerimiento no tiene ningún tipo de sentido y solo es una cortina de humo para tapar "el auténtico problema" de España estas últimas semanas, que es la reducción de penas de agresores sexuales por la ley del "solo si és sí".