Continúan los problemas para Vox. Desde el mes de junio, el partido de Santiago Abascal está atravesando su primera gran crisis, que empezó con el fracaso electoral que supuso la candidatura de Macarena Olona en Andalucía, y parece que no se detiene. Ahora, la nueva baja es el líder de Vox en A Coruña, Ricardo Morado, que ha presentado su dimisión y ha anunciado la baja del partido después de denunciar el abandono en determinados territorios por el partido de ultraderecha: "durante este tiempo he contemplado cómo el proyecto avanza de manera muy desigual dependiendo de la provincia de la cual estemos hablando". El hasta ahora líder de la formación en A Coruña, ha defendido que ha intentado trabajar contra este obstáculo y movilizar al máximo posible las siglas de Vox por el territorio, a pesar de no contar con presencia institucional. Según denuncia a través del comunicado que ha publicado en sus redes sociales, este esfuerzo ha sido contestado con menosprecio por parte de la Ejecutiva del partido.
El cabeza de lista en el municipio gallego, ha publicado una carta de cese donde ha asegurado que Vox necesita "una catarsis para que nunca más se trate a alguien como si fuera basura". En el mismo escrito, ha defendido que "lealtad no es sumisión", así, ha señalado directamente al antiguo secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, y al subsecretario Tomás Fernández como culpables de "dar órdenes directas para hacer el vacío a afiliados de base por el simple hecho de ponerse a trabajar". Además, ha acusado a Vox de tildar de "traidores" a todos a aquellos que hacen una crítica constructiva contra el partido.
Cambio de rumbo en el partido
Morado a través de su carta, denuncia cómo ha visto un cambio de rumbo en el partido, desde julio de 2020 —el momento en el cual se convirtió en el candidato a las elecciones autonómicas—, "ahora mismo no se alinean ni mis propósitos, ni mis valores con la política actual que está llevando a cabo el partido," ha indicado. "Como no quiero perjudicar el proyecto, ni ser acusado de intentar boicotearlo, ni de ir contra unas siglas, con las cuales ya no comparto las formas, me veo obligado a abandonar la afiliación del partido. Seguiré defendiendo, exactamente, lo mismo que hasta ahora; poniéndome a disposición, desde fuera, de todo aquel que me necesite o requiera mi ayuda", ha defendido Morado.
Macarena Olona no ha dudado en comentar esta publicación, y ha animado a Morado a no rendirse y seguir luchando por su idea de España. "Levantarte, luchar, encajar el golpe. Pero arriba de nuevo. Fuerza y honor, Ricardo," ha escrito Olona al que fue su compañero de partido hasta hace solo unos meses.
Neonazis y pistolas en Vox
Precisamente este domingo, el programa Salvados emitió un reportaje donde exmiembros de Vox sacaban a la luz trapos sucios del partido. El testimonio más sorprendente fue el del exportavoz de Vox en Barcelona, Fernando Moya, que reveló que el presidente del partido, Santiago Abascal, lleva pistola. ¿"Tenemos muy claro que Abascal es un señor que va con pistola, por lo tanto, no creo que tenga ningún problema con que los otros la lleven también, no?", con esta frase puso sobre la mesa el hecho de que desde el partido le preguntaron por su conocimiento sobre el uso de armas, algo que provocó que le saltaran todas las alarmas.
Aparte, Moya también habló sin pelos en la lengua sobre la presencia de neonazis en el partido con la incorporación de miembros de Plataforma per Catalunya a la ejecutiva de Barcelona, un hecho que consideraba contraproducente para el partido y para la militancia. "Eran totalmente de ultraderecha y nazis, son neonazis", aseguraba Moya. Además, aseguró que estas decisiones venían directamente desde Madrid, con todo, añadió que Abascal era el responsable de la llegada de estos neonazis.