Vox pretende formar gobierno con el PP en Castilla y León y obtener la presidencia de las Cortes a cambio de su apoyo al candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco. Así pues, fuentes próximas al partido que lidera Santiago Abascal han declarado a los medios de comunicación del Congreso de los Diputados que el partido está determinado a entrar en un futuro gobierno de coalición con el PP en la misma proporción que lo hizo Ciudadanos en la anterior legislatura. Pues bien, Vox, con 13 escaños en el Parlamento autonómico, reclama su parte del pastel. En este sentido, afirman que las conversaciones sobre la formación de gobierno ya han empezado y ven posible un acuerdo con Mañueco porque lo ven más prudente y sensato que otros dirigentes del PP.
La postura del partido de Abascal se sitúa en torno al argumento que "no somos ni más ni menos que nadie" después de que hayan registrado un 17% de voto. En esta línea, quieren que el éxito electoral del partido también se refleje en la Mesa de la Cámara regional, que se tiene que constituir en las próximas semanas. Sea como sea, para Vox la entrada en el gobierno de Mañueco no es negociable y no temen que un bloqueo de las negociaciones pueda provocar una repetición electoral.
Asimismo, la línea roja marcada por Vox es no ocupar menos poder que sus predecesores, Ciudadanos. Para conseguirlo, el partido de extrema derecha está abierto a dialogar con el PP sobre sus reivindicaciones en materia de derogación de determinadas leyes que consideran ideológicas, reindustrialización, natalidad o ganadería y agricultura.
Primeros contactos
Durante los últimos días, ya se han producido conversaciones entre dirigentes de Vox y del PP de Castilla y León, pero en ningún caso entre las direcciones nacionales de los partidos. Sobre la posibilidad de que el pacto entre ambas formaciones llegue a buen puerto, el partido ultra se muestra optimista porque ve Mañueco más prudente y proclive a un acuerdo que desde la dirección nacional. Al mismo tiempo, desde Vox admiten estar sorprendidos por las discrepancias internas del PP y han calificado el partido de Casado de "olla de grillos" a raíz de la polémica creada en torno al escándalo sobre una presunta investigación a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Con todo, según Vox, un hipotético bloqueo del PP a la entrada de Vox al gobierno de Castilla y León penalizaría electoralmente los populares porque no sería entendido por muchos de sus votantes, que "solo seguían fieles a ellos por tradición y las apelaciones al voto útil". Finalmente, comparan el escenario actual con las negociaciones fallidas entre UPyD y Ciudadanos para una alianza, hecho que supuso el inicio de la caída del partido magenta y el auge de la formación liderada por Albert Rivera.