Sigue la polémica originada por asociaciones ultracatólicas por las campanadas de RTVE presentadas por Lalachus y David Broncano. El grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados registró este jueves un escrito en el que reclama la comparecencia en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de RTVE y sus sociedades del presidente de RTVE, José Pablo López, para que dé "explicaciones sobre el contenido del espacio televisivo Campanadas 2025, especialmente en cuanto a las manifestaciones de los presentadores de este programa, ofensivas para las convicciones y sentimientos religiosos de millones de españoles". En concreto, la formación de Santiago Abascal hace referencia a un momento en el que la cómica Lalachus mostró una estampita del Sagrado Corazón de Jesús con la cara de la vaquilla del Grand Prix. Esto ha provocado que otra vez se genere una polémica casi inexistente, y Abogados Cristianos y Hazte Oír hayan denunciado a Lalachus por un posible delito de ofensa a los sentimientos religiosos, y también que el ministro de Justicia Félix Bolaños haya adelantado la supresión de este delito del Código Penal.
Día 1 y primer intento de los ultras de amedrentar.
— Félix Bolaños (@felixbolanosg) January 1, 2025
En 2025 impulsaremos la reforma del delito de ofensas religiosas para garantizar la libertad de expresión y creación, una medida del Plan de Acción por la Democracia. #Yoconlalachusybroncanohttps://t.co/W82sBw0WW9
Indignación en Vox
Vox se ha mostrado especialmente indignado con esta broma que la cómica hizo durante el programa de las campanadas, y ha registrado una serie de preguntas sobre este hecho. Entre ellas, se cuestiona si "el Gobierno considera que la libertad de expresión y de creación no están protegidas en el actual ordenamiento jurídico español" o si "sería favorable la política legislativa del Gobierno a una impunidad parecida respecto a acciones ofensivas análogas referidas a otras confesiones religiosas, como el islam".
El partido ultra ha cargado duramente contra las campanadas presentadas por David Broncano y Lalachus, a quienes ha calificado de "mamarrachos", que salen en la televisión pública "riéndose de todos los católicos". En una publicación en su cuenta de X han asegurado que "dan asco y vergüenza". Además, el líder de la formación, Santiago Abascal, ha retuiteado un mensaje compartido por el eurodiputado del partido, Juan Carlos Girauta, en el que se pregunta que "¿por qué tenemos que pagar la propaganda gubernamental, el mal gusto, la estulticia, la ofensa a nuestras creencias?".
No puedes decir que los del PSOE de Andalucía son unos ladrones y unos corruptos, porque te demandan.
— VOX �������� (@vox_es) January 2, 2025
No le puedes llamar Barbigoña a Begoña Gómez, que Sánchez se enfada y te demanda también.
Pero sí pueden salir dos mamarrachos en la TV pública riéndose de todos los católicos… pic.twitter.com/QpcLutGWnq
"Ofensa" religiosa
La primera polémica del 2025 ha sido muy temprana. Una broma de Lalachus con la vaquilla del Grand Prix —programa del que es fan y siempre lo ha destacado— ha provocado la rabia y la indignación de una serie de asociaciones ultracatólicas, como Hazte Oír o Abogados Cristianos. En concreto, la segunda ha denunciado al presidente de RTVE, José Pablo López, y a la presentadora Laura Yustres "Lalachus" por delito de odio y otro contra los sentimientos religiosos. Para esta asociación, la utilización de la imagen religiosa "denota un claro desprecio y se burla de los ritos y símbolos del catolicismo y supone una vejación, una injuria y un ultraje hacia los sentimientos religiosos y las creencias católicas".
En paralelo, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha lamentado que durante las campanadas de TVE se hiciera burla de un símbolo cristiano, y que los responsables del ente público no sean conscientes. "Me entristece que con la coartada de la libertad de expresión y los excesos de las fiestas, TVE haga burla del símbolo del Corazón tan querido por todos los católicos", según apuntó Argüello en su cuenta de X. Y añadió, "lo más triste es que los responsables no son conscientes de lo que hacen. Una vez más la banalidad nos rodea".