Vox quiere implantar su pin parental en Catalunya. Así lo ha anunciado su portavoz en el Parlament, Juan Garriga, en una rueda de prensa de este martes en la cual ha presentado una moción que se someterá a debate y votación en el pleno de la próxima semana.
En esta moción, el partido de ultraderecha pide que se suprima "cualquier programa o plan de educación afectivo-sexual en las aulas que tenga como objetivo adoctrinar a los menores y que se financie con recursos públicos". También se insta a "garantizar la libertad educativa y el derecho de los padres a escoger el modelo que deseen para sus hijos, evitando cualquier injerencia de los poderes públicos en la formación ideológica de los alumnos".
Y, por último, la medida 'estrella': "Establecer la obligatoriedad del previo consentimiento individualizado de los padres (pin parental) por la realización de cualquier actividad de contenido ideológico que no sea conforme al ideario publicado por el centro y que no haya sido previamente aceptada por los padres después de haberlos informado con antelación suficiente y de manera adecuada".
De este modo, Vox provocará que el debate sobre esta medida, que tanta polémica desató por todo el Estado, llegue a Catalunya. Sin embargo, la moción tiene todas las de perder, ya que la medida es ampliamente rechazada por las fuerzas independentistas y de izquierdas. Sólo el PP ha mostrado ambigüedad ante el pin en las comunidades donde dependían de los votos de la formación de extrema derecha, como es el caso de Murcia, Andalucía y Madrid.
"Ideologización de género en la educación sexual"
Garriga ha defendido el pin acusando a la Generalitat de intromisión "en la formación sexual de nuestros chicos y chicas". Según ha explicado el portavoz, las enfermedades de transmisión sexual, el ciberacoso sexual y los embarazos no deseados se han incrementado desde que la administración catalana lleva a cabo lo que para ellos es una "ideologización de género en la educación sexual".
En el texto, Vox acusa a la Conselleria d'Educació de "imponer la ideologización de género" y "la normalización de la socialización de jóvenes transgénero en el ámbito educativo" en "la etapa más prematura del ciclo educativo: los tres años".
El partido también acusa a los "lobbies LGTBI" de "contaminar la legislación nacional y autonómica y poner en peligro a los menores al exponerlos a una hipersexualización desde la etapa inicial de la vida". "Los peligros de una sexualización prematura, en edades en las cuales todavía no se ha alcanzado la madurez como es el paso de la infancia y la adolescencia, puede concluir con cambios de sexo, tratamientos hormonales y mutilación los genitales de forma irreversible", denuncian.
En estos términos ya se expresó la semana pasada la diputada ultra Mónica Lora al defender su rechazo a una propuesta de resolución que declaró Catalunya como zona de libertad para las personas LGBTIQ. Lora acusó a los "lobbies LGTBI" de querer "robar la infancia a nuestros niños", y que niños y adolescentes "puedan cambiar de sexo y mutilarse los genitales irreversiblemente en una fase de inmadurez como es la adolescencia".