Vox someterá esta semana a debate y votación en el Congreso de los Diputados una iniciativa para exigir al Gobierno aplicar las medidas necesarias para cerrar de "inmediato" las, a su juicio, "mal llamadas embajadas" catalanas en el exterior. En este sentido, también abogan porque el Ejecutivo estatal lleve a cabo más control del gasto público. En la comisión Constitucional del próximo miércoles, los de Santiago Abascal defienden una proposición no de ley en la que sostienen que hay "ciertos ejecutivos regionales separatistas" que, dicen, en vez de destinar los fondos públicos a mejorar el bienestar de los ciudadanos, los destinan a causas que no benefician a la población y que "amenazan" la unidad de España.
"Los partidos separatistas, con el beneplácito de Pedro Sánchez, han hecho uso de las instituciones y de los fondos públicos para promover la quiebra de la unidad de España", remarcan, poniendo como ejemplo las "mal llamadas embajadas de ciertos ejecutivos regionales" fuera de España, las políticas de "adoctrinamiento" que buscan sacar el castellano de las aulas o "el uso fraudulento" de los medios de comunicación públicos para hacer propaganda de la causa independentista, afirma el partido de extrema derecha.
Otro de los puntos que se someterán a votación con esta iniciativa es la propuesta para promover "una asignación de los recursos públicos que fomente la unidad nacional y la convivencia pacífica entre los españoles" porque consideran que mientras los ciudadanos hacen "esfuerzos extremos" para costearse las necesidades básicas, el Gobierno y algunos ejecutivos autonómicos de "claro signo separatista dilapidan el dinero de todos en acciones que atacan deliberadamente a España y sus ciudadanos".
Illa las mantiene, pero quiere "definir mejor su rol"
A finales de septiembre, el nuevo Govern de Salvador Illa explicitó la intención de consolidar y ampliar las delegaciones, tal como se comprometieron con ERC en el acuerdo de investidura, pero ha especificado que previamente será necesario analizar el trabajo llevado a cabo hasta ahora y "trabajar para definir mejor su rol". Con esta redefinición, el Govern pretende "establecer con claridad cuáles tienen que ser sus objetivos para que resulten útiles a la ciudadanía, al margen de ideologías y evitando ocupar terrenos que no les correspondan", afirmó el nuevo conseller de Acció Exterior, Jaume Duch. "Las delegaciones tienen sentido si son útiles, si el coste beneficio es positivo, si es negativo se tendrían que reestudiar y ahora estamos en este proceso", añadió.