La extrema derecha españolista va, cada vez más, sin caretas. Primero fue Santiago Abascal, quien más sutilmente ha denunciado reiteradamente que el de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es el peor Gobierno de España "en 80 años", incluyendo a los gobiernos de la dictadura. Ahora, sin menos sutilezas, su partido en Melilla planta cara contra la retirada de Francisco Franco en la ciudad autónoma, la única que queda ahora mismo de pie en todo el Estado. La formación ultra acusa a la izquierda de pretender "borrar" la historia de España y del "comandante" Franco.
Foto: Miembros de Vox en Melilla delante de la estatua de Franco (Europa Press)
Aunque según la ley de memoria histórica ya tendría que haber sido retirada --y más tratándose de un monumento del mismo dictador--, el asunto se está debatiendo enla Asamblea de Melilla. La semana fue debatida en la comisión, y la formación de Santiago Abascal acabó absteniéndose. No obstante, sus diputados ya han denunciado que se opondrán "rotundamente" cuando la propuesta llegue al pleno del parlamento. Previsiblemente la propuesta tirará adelante, con la mayoría gubernamental de Compromiso por Melilla, el PSOE y Ciudadanos.
Desde la extrema derecha denuncian que, con esta retirada de la estatua, la izquierda quiere pasar su "rodillo" para "borrar" una parte de la historia de España y así "impone una verdad única" sobre este relato histórico. En este sentido, argumentan que el monumento del dictador "representa al comandante Franco", y no al gobernante autoritario, porque conmemora la llegada de la Legión a Melilla en la guerra contra el Marruecos de 1921. Esta llegada permitió "mantener la ciudad de Melilla bajo el control de España". Por todo eso, concluyen, no se ve afectada por la ley de memoria histórica de Zapatero, que ahora el Gobierno quiere ampliar con una ley de memoria democrática.
La formación de Abascal en Melilla insiste en que el monumento "no ataca a ningún grupo de población o ideología, ni tiene que ver con ningún hecho sucedido a partir de 1936". Sin embargo, los ultras ya tienen asumido que la retirada será aprobada por la Asamblea de Melilla. Frente a esto, exigirán que se conserve la "integridad" de la estatua y se garantice el "acceso" a los ciudadanos de Melilla para conmemorar un episodio histórico que permite que "Melilla siga siendo España".