Vox ha presentado un escrito en la Fiscalía General del Estado en que lo insta a recurrir el tercer grado de los presos políticos, aprobado por las Juntas de Tratamiento de las prisiones y ratificado por el Departament de Justicia. El partido de extrema derecha españolista considera que la decisión podría ser "arbitraria" en entender que "desafía gravemente" la resolución del Tribunal Supremo del 4 de diciembre en que lo consideraba "prematuro".
La Fiscalía puede recurrir el tercer grado ante el juzgado de vigilancia penitenciaria correspondiente y, en última instancia, delante del Supremo, ya que en este caso está el tribunal sentenciador. Haga lo que haga finalmente, se entenderá como un movimiento político, ya que el independentismo siempre ha recordado que el Gobierno -formado por el PSOE y Unidas Podemos- puede influir sobre la actuación del Ministerio Fiscal y así lo recordó el mismo presidente español, Pedro Sánchez.
Según Vox, dos meses después la situación no ha cambiado y todavía no ha pasado "bastante tiempo" para valorar de manera "adecuada" su evolución. Además, el partido solicita que se investigue si con esta decisión la consellera de Justicia, Ester Capella, y la secretaria de Justicia, Patricia Gomà, habrían podido incurrir en un delito de prevaricación.
En este sentido se refirió la candidata de JxCat, Laura Borràs, quien advirtió la Fiscalía el viernes pasado que "no había excusas contra el tercer grado" y que este es un derecho de los presos y no un privilegio. "No sabemos de quién depende la fiscalía, porque el presidente del Gobierno de repente dice que de él y después se excusa", criticó.
Tercer grado en plena campaña
La concesión del tercer grado justo ahora ha permitido a los presos hacer campaña. Tanto el presidente de ERC, Oriol Junqueras, como el exconseller Raül Romeva han liderado varios actos, mientras que los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn y el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, han hecho lo mismo con la formación que encabeza el president Puigdemont.
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, también hizo un acto el viernes pasado a favor de la amnistía, en la que se dio voz a diversos represaliados del procés, algunos de ellos también encausados por la Generalitat. Cuixart instó a "llenar las urnas de votos soberanistas".