A Vox no le preocupa que el futuro líder de Solidaridad, el sindicato de la formación de extrema derecha, tenga un pasado neonazi y afín a Vladímir Putin. Se trata de Jordi de la Fuente, que actualmente es diputado en la Diputación de Barcelona y concejal en Sant Adrià de Besòs. En el pasado, fue secretario nacional del partido neonazi Movimiento Social Republicano (MSR), se presentó con él en las elecciones europeas de 2014 y fue secretario de Organización de Plataforma per Catalunya, según contó ayer El País. Ahora, es un hombre de confianza del líder de Vox en Catalunya y secretario general de la formación, Ignacio Garriga, y ha llevado las campañas electorales del partido en Catalunya. Y hace cuatro años fue descubierto en un concierto haciendo la salutación fascista. Además, está a la espera de juicio por el asalto a un centro de menores en El Masnou en julio de 2019: la Fiscalía pide dos años y dos meses de cárcel para él por un ataque xenófobo en el que hubo cinco heridos, entre los que había dos menores. Preguntado por esta cuestión, el portavoz de Vox, José Antonio Fúster, no ha negado ninguno de los datos sobre el pasado de Jordi de la Fuente y se ha limitado a contestar que forma parte de un pasado “muy remoto” y “prehistórico”. “Todo nuestro apoyo a quién está siendo calumniado y difamado estos días”, ha verbalizado.
“Me siento cómodo con cualquiera que, haya tenido las ideas que pueda haber tenido en un pasado muy muy remoto, lleva desde 2018 afiliado a nuestro partido y demostrando una absoluta convicción y compromiso con todas las ideas de Vox”, ha argumentado José Antonio Fúster durante su habitual rueda de prensa de los lunes. “Si se quieren remontar al pasado prehistórico, fenomenal”, ha añadido. Y ha reiterado que la dirección de la formación de extrema derecha tiene “plena confianza” en que “no ha militado ni en la CUP ni en Esquerra ni en ningún partido golpista y ha defendido a España en los peores momentos del procés”.
El aval hacia la figura de Jordi de la Fuente no es nuevo. El portavoz de Vox en el Parlament y presidente del partido en Barcelona, Joan Garriga, se declaró su “fan” y aseguró que el sindicato Solidaridad “tiene garantizado trabajo, lealtad y diversión”. Por su parte, el jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, también le mostró su “apoyo”. La elección formal de Jordi de la Fuente será en la asamblea del sindicato del próximo 15 de marzo, en una cita en la que acudirá el líder de Vox, Santiago Abascal.
Afín a Putin y a Hezbolá
¿Cuál es su relación con Putin? Fue en 2016 cuando, en una charla en la Casa de Rusia en Barcelona, justificó la intervención de Moscú en Ucrania, alegando que los rusos la consideran su “patio trasero”, y manifestó su deseo de que la “forma de entender las cosas” de Rusia se contagiase a Occidente a través de partidos que sirvan como “caballos de Troya” del Kremlin. Otro ejemplo. En agosto de 2022, fue asesinada Daria Dúguina, la hija de Aleksandr Duguin, un filósofo político ruso partidario de Putin. “Descansa en Paz, guerrera”, escribió Jordi de la Fuente en sus redes sociales.
Por otro lado, De la Fuente está salpicado por su antigua afinidad con la milicia chií libanesa Hezbolá y sus comentarios públicos contra Israel. De hecho, en febrero de 2021, esto llevó a la Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), una organización que defiende los intereses de Israel en España, a exigir a Vox su destitución esgrimiendo que algunas de sus “manifestaciones de odio a los judíos, donde destilaba un odio feroz al Estado de Israel”, eran recientes.
Una petición de dos años y dos meses de cárcel por el asalto en El Masnou
El otro escándalo que rodea a Jordi de la Fuente es su participación en el asalto al centro de menores extranjeros no acompañados de El Masnou en 2019. La Fiscalía pide por estos hechos dos años y dos meses de cárcel y cinco años de inhabilitación. Según el escrito del Ministerio Fiscal, De la Fuente tomó parte en una concentración en la que se corearon proclamas como “Moros de mierda”, “Vamos a quemar el albergue” u “Os vamos a matar” y luego encabezó el grupo que se dirigió al centro de menores para asaltarlo. A parecer del fiscal, esos actos fueron parte de una “campaña de intolerancia fraguada en las redes sociales” impulsada por gente “movida por el desprecio a los menores migrantes, generando un clima de angustia, zozobra y pánico”. El fiscal le imputa un delito de “incitación al odio, la hostilidad, la violencia o la discriminación por motivos de origen nacional”.