Òmnium recibe a los exiliados con una concentración a la puerta de la organización y advierte que la lucha continúa. El presidente de la entidad, Xavier Antich, ha asegurado que el retorno de los exiliados representa una "victoria incontestable y colectiva", pero no es completa porque sigue habiendo las acusaciones por terrorismo contra los CDR de la operación Judas y continúan en el exilio el president Carles Puigdemont y los consellers Toni Comín y Lluís Puig.
"Esta victoria no es completa ni definitiva, no acaba nada hoy, la lucha continúa, pero es una victoria y, que caramba, las victorias hay que celebrarlas", ha exclamado Antich, que ha reprochado que el independentismo ha perdido la costumbre de celebrar las victorias e incluso tiene tendencia a convertirlas en derrotas. "Eso de hoy es una victoria. Que no nos quiten la alegría", ha remachado.
A la puerta de Òmnium han llegado pasada la una del mediodía y en el medio un bochorno intenso el vicepresidente primero de la organización, Oleguer Serra, el diputado de ERC Ruben Wagensberg, el periodista Jesús Rodríguez, y el activista Josep Campmajó, así como los también perseguidos por Tsunami Marta Molina y el exdiputado de ERC Xavier Vendrell. No estaba, sin embargo, la secretaria general de la formación, Marta Rovira, que después de protagonizar una intervención en Cantallops, se ha dirigido a Vic a visitar a su familia.
Entre el público que seguía el acto en la calle Diputació de Barcelona, aparte del expresidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y miembros de la actual junta, estaba el presidente de la ANC, Lluís Llach, una amplia representación de la cúpula de Junts, con la presidenta y el primer secretario, Laura Borràs y Jordi Turull, al frente, así como la cupaire Eulàlia Reguant, entre otros.
Antich ha emplazado a los presentes a no dejarse quitar la alegría, "la más revolucionaria de las virtudes políticas" y ha advertido que la victoria conseguida hoy es muy importando porque lo que estaba en juego era "ni más ni menos que la herramienta más poderosa, el derecho a ocupar las calles y protestar, y ejercer el derecho de protesta". "¡Qué cojones de terrorismo! Es un derecho fundamental", ha remachado.
El presidente de Òmnium ha cerrado su intervención citando a Anna Pérez Pagès: "Vendrán más oleadas, y habrá días grises aún, pero estar cada día y mirar adelante ya es toda una victoria".
"No hay traidores"
Desde un escenario improvisado a las puertas de la entidad que durante unas horas ha cortado la calle han intervenido todos los exiliados y perseguidos que han acudido al acto. "Seguiré haciendo mi trabajo, trabajaré incansablemente para reforzar la lengua y la cultura, para defender un país más libre," ha asegurado al vicepresidente primero de Òmnium, que ha insistido también en la necesidad de defender el derecho de protesta.
Una de las intervenciones más aplaudidas ha sido la del exconseller de ERC Xavier Vendrell que ha subrayado la presencia de diferentes partidos en el acto y ha apelado a la unidad y a acabar con las riñas internas. "Aquí no hay ningún traidor no hay ningún botifler, se ha acabado las discusiones entre compañeros que tenemos los mismos objetivos", ha reclamado.