Òmnium Cultural ha pedido al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que vele para que se respeten los derechos parlamentarios del presidente en el exilio, Carles Puigdemont, que es el actual jefe de la oposición. Lo ha reclamado el presidente de la entidad, Xavier Antich, en una entrevista con la Agència Catalana de Notícies (ACN). Antich cree que “la principal preocupación del presidente Illa tendría que ser que se respeten los derechos fundamentales del líder de la oposición y que pueda ocupar su escaño en el Parlament de Catalunya”. “Es una anomalía democrática que tenga que ejercer sus derechos parlamentarios, que son fundamentales, desde el exilio”, ha indicado. Para Antich, la situación es fruto del “sabotaje” de parte de la magistratura a la ley de amnistía. Precisamente este lunes por la noche, en una entrevista en TV3, el presidente Illa reclamó a los jueces que no pongan trabas a la ley de amnistía y aseguró que respeta la justicia, pero que la última palabra la tendrá el Tribunal Constitucional.
Por su parte, el presidente de Òmnium ha tildado de “anomalía democrática” que no se esté aplicando la ley de amnistía y ha llamado a poner remedio “de manera urgente e inmediata”. Considera que la manera como se está aplicando contraviene la doctrina europea porque está beneficiando sobre todo policías y que, en cambio, hay más de 1.000 ciudadanos afectados por causas vinculadas al procés independentista a quien no se les está aplicando. Eso también afecta a líderes políticos como Puigdemont y otros miembros del Govern del año 2017. “Es de una gravedad extraordinaria y manifiesta”, ha deplorado Antich.
Una batalla larga
De hecho, ha advertido que la aplicación de la amnistía “será una batalla larga” y que “tendría que interpelar no solo a los independentistas, sino a todos los demócratas”, ya que ataca el “respeto básico y fundamental de separación de los poderes de un estado”. La norma “fue arrancada de mala gana” del Estado español gracias a la aritmética parlamentaria en el Congreso de los Diputados y en el contexto de dependencia del PSOE del independentismo catalán. Además, ha indicado el líder de Òmnium, “enmienda la represión del poder judicial”.
“Máximo respeto” a Puigdemont
Sobre la situación de Puigdemont, además, ha expresado el “máximo respeto” por la decisión que tomó de volver a Bélgica después de una visita a Barcelona el 8 de agosto. El expresidente había anunciado que volvería a Catalunya para la investidura del próximo presidente de la Generalitat, pero finalmente no asistió al pleno y se marchó. Según Antich, decidió no dejarse detener y marcharse al exilio, “que es una decisión dolorosa y políticamente muy dura”. Aquel mismo día se invistió a Illa presidente con los votos de ERC a cambio de un acuerdo sobre financiación del cual Òmnium recela. “Somos desconfiados. No valoremos palabras, sino acciones”, ha asegurado Antich, que ha recordado que el déficit fiscal que pretende resolver el nuevo modelo ha sido una batalla histórica no solo del independentismo, sino también del soberanismo y del catalanismo histórico.
“Complicidad absoluta” con la ANC
Òmnium vuelve a organizar con la Assemblea Nacional Catalana —y este año varias entidades más— la manifestación independentista del 11 de septiembre. Antich ha defendido que la movilización no es contra el Govern sino “constructiva y propositiva” y que ha superado el clima de discrepancias y recelos entre actores del independentismo de pasadas ediciones. Ha asegurado que hay “complicidad absoluta” con la actual ANC, que preside Lluís Llach, y que “ningún independentista” se tiene que sentir “excluido”. En este sentido, ha pedido “no equivocarse de enemigo”: “No nos encontraréis a la hora de enfocar como enemigos a otros agentes del movimiento independentista o soberanista”. Para la entidad, el enemigo es “un Estado español que es una democracia anómala capaz de seguir con la estrategia de la represión, de la persecución del independentismo y de la negación de derechos fundamentales, derechos civiles y políticos”.
Aunque no quiere que la manifestación se convierta en un clamor “a la contra”, cree “muy posible” que la presencia del PSC en el Govern anime a la participación para demostrar, ha dicho que “el país sigue aspirando a decidir su futuro político”. Ha recordado que los convocantes pactaron, antes de la investidura de Illa, un manifiesto que quiere que todo el mundo que aspira a la “plenitud nacional del país a través del derecho a la autodeterminación” salga a la calle.
La necesidad de renovar liderazgos
Preguntado por los congresos que tienen que celebrar los próximos meses ERC y Junts y por la intención de Oriol Junqueras de repetir como líder de los republicanos, ha expresado “respeto” por las decisiones de los partidos, pero ha deseado que “más allá del debate en torno a los nombres, emergieran nuevas miradas, sensibilidades y maneras de hacer que asuman que el marco político ha cambiado, que el independentismo ha perdido la mayoría en el Parlament y se ha perdido el gobierno y que se haga la autocrítica insoslayable que se debe hacer”. Cuando el antecesor de Antich, Jordi Cuixart, abandonó el liderazgo de Òmnium, lo hizo llamando a renovar el resto de liderazgos políticos del independentismo. Para el actual presidente de Òmnium, es bueno que cambien los líderes y aparezcan “nuevas sensibilidades y maneras de hacer y, sobre todo, gente que no lleve encima la mochila del 2017”. “Nosotros nos lo aplicamos porque considerábamos que era esencial”.