El ex alcalde y presidente del Grupo Municipal de CiU al ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, ha reaccionado esta tarde al archivo de la querella contra Jorge Fernandez y De Alfonso por parte del Supremo. Trias ha lamentado que se archive la querella, pero ha asegurado que "todo el mundo ya ha escuchado a Fernández Díaz, y lo que dice confirma su deshonestidad y voluntad de hacer daño".
Trias también ha considerado que, más allá del recorrido judicial y que se pueda considerar delito lo que hizo, es una "vergüenza" que el exministro hoy todavía sea diputado y presidente de una comisión del Congreso de los Diputados
El Tribunal Supremo ha decidido archivar la querella que el mismo Trias, junto con el Partit Demòcrata (PDECat), presentaron contra el exministro Jorge Fernández Díaz, y el exdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, por violación de secretos, prevaricación y malversación de fondos públicos, después de conocerse las grabaciones en que presuntamente conspiraban contra políticos catalanes.
En opinión de Xavier Trias, "más allá del recorrido judicial de las denuncias, y de que se pueda considerar delito o no lo que hizo, lo que de verdad encuentro una vergüenza es que Fernández Díaz hoy todavía sea diputado, que quiere decir que su partido le mantiene la confianza e, incluso, presida una comisión del Congreso de los Diputados".
El pasado 1 de septiembre, Xavier Trias y el Partit Demòcrata presentaron ante el Tribunal Supremo una querella criminal contra el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exdirector de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAF), Daniel de Alfonso, a partir de la revelación periodística del contenido de dos conversaciones entre los dos.
La querella se presentó por revelación de secretos e información confidencial por parte del director del OAF, y también por revelación de secretos e información confidencial por parte del cuerpo Nacional de la Policía, con el añadido de que a la información que había trascendido había calumnias y falsedades. La querella también acusaba a Fernández Díaz i de Alfonso de prevaricación, por una investigación injustificada con la intención de hacer daño políticamente, y de malversación de fondos por los gastos para llevar a cabo estas investigaciones.