Que la fiscalidad en el sistema fiscal autonómico tiene muchas deficiencias no es una novedad, lo que no pasa cada día es que una propuesta de reforma levante tanto revuelo como ha hecho la de Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana. La propuesta de Puig se basa en establecer un nuevo impuesto para las rentas altas de la Comunidad de Madrid. La sugerencia ha seducido a José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, pero ha enfurecido a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
La propuesta ya hace un par de semanas que corre, cuando el presidente valenciano la anunció en un Desayuno Informativo de Europa Press. Durante este tiempo han ido surgiendo voces a favor y en contra de esta posible medida, la cual se sustenta una lógica muy simple: Madrid al ser la capital atrae más empresas que amasan mucho dinero. Con el fin de amortizar la concentración de capital en esta zona se impondría un impuesto solo a las rentas altas. Sin embargo Puig no ha especificado como y sobre cuánto gravaría este impuesto.
Una nueva excusa
Al margen de apreciaciones técnicas o solidaridad comunitaria, la propuesta de Puig ha sido la excusa perfecta por Ayuso para enarbolar una de sus banderas preferidas: la supone madrileñofobia. A la presidenta de la Comunidad de Madrid le ha faltado tiempo para tildar de madrileñofóbica la propuesta de Puig.
Ayuso ha recuperado uno de los sainetes más conocidos de la política española. La tragedia de Madrid: la comunidad más castigada. A pesar de la supuesta indefensión de Madrid, hay que recordar que la comunidad a menudo ha sido acusada con muchos fundamentos de hacer dumping fiscal. ¿Y es esta práctica? Pues la presión de una comunidad con mucha fuerza fiscal (Madrid) en las otras para que bajen sus impuestos. Un ejemplo práctico sería: Madrid al bajar los impuestos obliga a las otras comunidades a hacerlo para que las empresas no se marchen y se concentren - todavía más- en la capital.
Buen futuro
El ministro Escrivà ha mostrado interés por la propuesta de Puig y ha señalado que "tiene mucho recorrido". El Gobierno ya tiene encargado un informe para reformar el sistema fiscal español de manera que el Ministerio de Hacienda dispondrá de sus conclusiones a principios del año que viene, entre las que podría estar este impuesto a las rentas altas de Madrid que el ejecutivo ya se ha abierto a explorar, según recuerda Europa Press.
Otras partes del territorio español se han sentido atraídas por esta posibilidad como es el caso de Extremadura y Castilla y León, las cuales, con más o menos, entusiasmo se han acercado a la posición de Puig.