La vicepresidenta segunda en funciones del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, coincidió este jueves con el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, en que España tiene que avanzar en su carácter plurinacional. Después de que en un artículo en El País Urkullu propusiera pactar una "interpretación" de la Constitución sobre la cuestión territorial como "forma flexible y creativa" de plantear una salida al actual "cruce político", Díaz dijo este jueves en declaraciones a los medios que "esta tiene que ser la legislatura de un nuevo acuerdo territorial". Horas antes, el ministro en funciones de Presidencia, Félix Bolaños, consideró "legítima" la propuesta, aunque añadió que no es la del Gobierno.
Díaz también indicó que su formación se encuentra "cómoda" con propuestas como la del líder vasco, dado que la profundización en el autogobierno es una cuestión que Sumar ha defendido durante toda la campaña electoral del 23 de julio. Por su parte, Bolaños celebró la propuesta de Urkullu dado que siempre, dijo, valora "muy en positivo todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio, puntos de acuerdo entre diferentes dentro del marco constitucional".
El artículo de Urkullu
En el artículo en el rotativo madrileño, titulado "Autogobierno vasco y modelo plurinacional del Estado. Si hay voluntad, es posible un acuerdo", Urkullu plantea la convocatoria de una convención constitucional en el plazo de un año. Según dice, no es necesario modificar la Constitución, sino "interpretar" aquello que la Carta Magna de 1978 "no ha resuelto bien en relación con la cuestión territorial". Todo, con el objetivo de hacer posible un "avance sustancial" al carácter plurinacional del Estado, haciendo referencia no solo a Euskadi sino también a las comunidades históricas.
Según ha expresado Urkullu, las elecciones generales del pasado 23 de julio "ratificaron la diversidad y pluralidad en el Estado" y ahora, en consecuencia, es "oportuno" abordar dos preguntas "vigentes": "¿Por qué en un Estado solo puede haber una nación? Y por qué el Estado español no puede ser plurinacional, como lo fue en la práctica hasta el siglo XVIII?".
Según el lehendakari, la Constitución de 1978 intentó abrir un camino en este sentido, pero que ha habido sucesivos intentos de involución y recortar, como el famoso "café para todos" de la Transición (que cualquier región del Estado pudiera constituirse como comunidad autónoma, aunque no tuviera un sentido histórico) o las "invasiones de competencias" de las comunidades autónomas con el beneplácito de un Tribunal Constitucional "con un prestigio que no era ya lo que tuvo en un primer momento". De forma que, afirma Urkullu, quedó todo solo en una "descentralización política y administrativa", pero sin hacerlo con el poder judicial, sin hacer del Senado una "auténtica Cámara territorial" y con un TC "árbitro entre el Estado y las comunidades [...] sin representación directa y real de las comunidades autónomas".