El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reiterado que no es partidario de celebrar un referéndum en Catalunya. "He explicado hasta la saciedad que no soy en absoluto partidario de un referéndum porque normalmente crea más problemas que resuelve y siempre divide a la sociedad". En una entrevista este domingo en La Razón, el socialista ha reflexionado que quien pierde el referéndum "busca revancha", y por lo tanto "nunca se cierra el problema". Sin embargo, Zapatero ha defendido que es partidario "del reconocimiento de la identidad nacional, que tiene que ver con la delegación de competencias, como las de inmigración, por ejemplo, o que se hable catalán en Europa." En este sentido, ha reivindicado que "los españoles tenemos que oír el catalán o el vasco como lenguas nuestras. En cuanto a Catalunya, este es un momento muy importante para seguir avanzando hacia un mayor autogobierno".
Relación con Puigdemont
Zapatero forma parte de la delegación del PSOE que mantiene reuniones con Junts per Catalunya en Suiza. Preguntado sobre Carles Puigdemont, ha afirmado que "como todo líder político, está preocupado por conseguir consolidar su partido y que mejore en sus expectativas electorales". En este sentido, ha señalado que otra de las cuestiones que preocupa a Puigdemont es "dotarse de los argumentos necesarios para justificar el apoyo que está dando al PSOE en esta legislatura". Y precisamente este punto exige confirmar "si hemos avanzado lo suficiente en temas cruciales que él considera que fueron responsables de la crisis del procés". Zapatero es consciente de que eso "va ligado al reconocimiento de la identidad de Catalunya, entendida como la diversidad que representa Catalunya, y alguna otra comunidad autónoma, y a la manera en que puede hacer viable su proyecto dentro de la España democrática".
Preguntado sobre si Puigdemont se está mostrando "leal" con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que no es una cuestión de lealtad, sino de "ganar confianza paso a paso" y considera que "hay voluntad por las dos partes". Como muestra de eso, ha recordado que se han aprobado 28 leyes. "El rumbo del país es positivo en economía, en ocupación y en cohesión social. El lógico es fortalecer esta mayoría de investidura y creo que es lo que sucederá".
Acuerdos entre PSOE y PP
El expresidente del Gobierno ha manifestado su confianza en que la política arancelaria emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "ayude al hecho de que haya acuerdos entre PSOE y PP". Zapatero ha afirmado que tiene esperanza "en que haya un acuerdo sobre los aranceles y en que la irrupción de Donald Trump en la escena internacional lleve el PP a estar más dispuesto a negociar, sobre todo en los temas económicos." Sobre el Gobierno, ha dicho que tiene que hacer un "esfuerzo oportuno por favorecer acuerdos con el PP".
Con este escenario, y preguntado sobre como el Gobierno de Sánchez puede justificar aguantar toda una legislatura sin aprobar presupuestos, ha respondido: "Creo que la situación internacional, económica, y todo lo que está cambiando con las insólitas decisiones de Trump, ayudará al hecho de que los grupos parlamentarios tengan una mayor predisposición a afrontar unos presupuestos".
Rearme europeo
En materia internacional y preguntado sobre si le molesta que se hable de "rearme" europeo, ha dicho que si bien parece que este término está en proceso de cambio en la Unión Europea, el proyecto de defensa europeo "tiene que ser político" y que sirva como "una reflexión sobre lo que quiere ser la UE, su relación con la OTAN y sí posición ante Naciones Unidas". "Nadie tiene que apostar por un horizonte de guerra, y por eso hay que profundizar en la Unión Europea. En estos momentos, es la única potencia que tiene la autoridad y la legitimidad política necesaria para reconstruir una comunidad política internacional que está hecha quebrada y con el riesgo de una confrontación de todos contra todos", ha expresado.
Zapatero ha apuntado que la idea del Ejército europeo es un proyecto a largo plazo, "en el que podría haber unidades con juntas, compras conjuntas, un reparto de las necesidades y las capacidades" y que "en la salida de la guerra de Ucrania tendrá que abrirse un nuevo acuerdo de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea".