El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapateroexponente del ala más a la izquierda dentro del PSOE y defensor del federalismo, anima a los socialistas a afrontar con valentía el escenario político y social complejo que tienen que gestionar y adelantar en un modelo de Estado que "tiene que ir conquistando valores democráticos cada día", porque, argumenta, "un derecho siempre abre la puerta a otro derecho". Zapatero lo apunta en una reflexión previa al 23-J en el libro España no se toca (La Campana), de los periodistas Ferran Casas, subdirector del diari Nació Digital, y Joan Rusiñol, subjefe de informativos de Catalunya Ràdio; una investigación que explora como los poderes fácticos políticos, mediáticos y judiciales en España han intentado blindar un statu quo y modelo de Estado apuntalado en la Constitución de 1978, que se ha visto amenazado los últimos años por el pulso del independentismo y Podemos. En el libro, el expresidente socialista destaca las dificultades con que chocó en la reforma del Estatuto del 2006, que consideraba "el mascarón de proa" de su apuesta federal. Durante su mandato, explica, "la resistencia a la extensión de derechos individuales" como el matrimonio igualitario "fue menor objetivamente" en la que encontró "a la hora de abordar el problema con Catalunya y de la violencia en el País Vasco".

El libro reflexiona sobre cómo el poder judicial en España se ha convertido en un "campo de batalla entre dos bandos cada vez que hay crispación", como pasó con el debate del Estatut, recortado por el Tribunal Constitucional después del recurso del PP contra el texto aprobado por las Cortes durante el mandato de Zapatero y avalado en referéndum en Catalunya. "Con la sentencia del Estatut, el Tribunal Constitucional perdió la autoridad que tenía, y es preocupante porque en el modelo por el cual optamos en la Constitución cumplía una función de pacificador y estabilizador. Eso se tendría que recuperar", ha señalado también el expresidente.

Señala el poder judicial español

Y en este marco, Zapatero reconoce que "no es fácil que algunos de los grandes valores democráticos impregnen todos los poderes del Estado", con lo que puede ser un claro dardo al conservadurismo que impregna ampliamente los tribunales, pero anima al PSOE a seguir dando pasos adelante, porque "un derecho siempre abre la puerta a otro derecho", y "el país tiene que ir conquistando valores culturales democráticos cada día". "En la medida en que la democracia se fragmenta y se polariza, eso impacta al poder judicial, porque no vive en otra galaxia y sí en el contexto sociopolítico del momento. Por eso es tan importante la contención y el equilibrio del TC y de otras instancias judiciales", razona Zapatero.

El 1-O como ruptura: surge un nuevo eje político

Después del choque de trenes del 2017, dice Zapatero en referencia al 1-O, "los poderes que han actuado con más virulencia" son aquellos que "hacen del nacionalismo español y de la unidad de España su 'leitmotiv' a la hora de defender la Constitución". "Hasta entonces la polarización tenía más que ver con el eje tradicional izquierda-derecha y no había una fenomenología diferente de la de otros países. Pero a partir de aquel momento sí que se produce un factor reactivo muy poderoso en todo aquello que tiene que ver con la unidad nacional", argumenta el expresidente del Gobierno. En referencia al 1-O, Zapatero también ha alabado los indultos a los presos, cosa que considera muestra de la "valentía" de Pedro Sánchez para desinflamar el conflicto catalán.

Contrasta con González y Guerra

La postura de Zapatero representa un PSOE menos conservador y también pro catalanista que las declaraciones que han hecho otros míticos exlíderes socialistas durante los últimos días, como el expresidente español Felipe González o el exvicepresidente Alfonso Guerra, que han criticado siempre con dureza los acercamientos del PSOE de Pedro Sánchez con el independentismo catalán para llegar a acuerdos. Ambos se han mostrado marcadamente en contra de una posible amnistía a los líderes el procés, han asegurado que no tiene cabida en la Constitución, e, incluso, González afirmó que le ha estado "difícil" votar al PSOE en las últimas elecciones.