El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa cumple este año un cuarto de siglo, en el que ha pasado de convertirse en uno de los centros más prestigiosos en la lucha contra el VIH a erigirse como ariete en la batalla contra la pandemia de la Covid-19.
Impulsado por la Fundación "la Caixa" y la Generalitat, el IrsiCaixa abrió sus puertas en 1995 para hacer frente al sida, que se cobraba entonces más de dos millones de vidas cada año, pero la reciente irrupción del coronavirus le ha obligado a reciclarse y a transformarse en la punta de lanza de un nuevo virus.
Centro de referencia
Con más de un millar de artículos científicos publicados, colaboraciones con una sesentena de instituciones reconocidas en todo el mundo y 200 proyectos centrados en el estudio del VIH y otras dolencias relacionadas, el IrsiCaixa supera los 25 años consolidado como centro de referencia internacional sobre enfermedades infecciosas, afecciones del sistema inmunitario, virus emergentes y desarrollo de vacunas.
El Instituto, constituido como fundación privada sin ánimo de lucro, está actualmente dirigido por el doctor Bonaventura Clotet, presidente de la Fundación Lucha contra el Sida y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona). Su ubicación, en el entorno de ambas instituciones, le ha permitido construir un modelo que favorece la colaboración entre investigadores, profesionales asistenciales, pacientes y representantes de la comunidad para aportar nuevas soluciones y facilitar los avances hacia la erradicación de las infecciones.
El Doctor Bonaventura Clotet dirige IrsiCaixa / ACN
Actualmente, cuenta con ocho grupos de investigación y ha pasado de siete a un centenar de profesionales que llevan a cabo una investigación en coordinación con institutos científicos y asistenciales de todo el mundo para tratar de encontrar la cura de una pandemia, el sida, que sigue cobrándose aún miles de vidas (1,7 millones el pasado año).
Carrera contra el sida
La investigación de IrsiCaixa se basa en una estrategia combinada para erradicar el sida basada en cinco líneas estratégicas que abarcan aspectos como el desarrollo de vacunas y de anticuerpos contra el VIH, el fortalecimiento del sistema inmunitario o vías para envejecer con una mejor calidad de vida. Desde el inicio de la pandemia, la investigación ha cambiado mucho: se ha pasado de buscar tratamientos urgentes para salvar la vida de las personas infectadas a centrarse en la curación y la completa erradicación de la enfermedad.
"El VIH sigue siendo una realidad para muchas personas. Una realidad, sin embargo, que nada tiene que ver con la de 1995", ha señalado Clotet en alusión a los grandes avances alcanzados hasta ahora, que permiten que la solución esté cada día más cerca. A ello ha contribuido IrsiCaixa con hitos como el descubrimiento de la forma de propagación del VIH a través del organismo, el diseño de una vacuna terapéutica, el desarrollo de una spin-off centrada en el desarrollo de anticuerpos sintéticos contra el VIH y la coordinación del consorcio internacional IciStem, que ha conseguido dos casos de curación a través del trasplante de médula ósea.
Todo ello gracias al análisis de más de 110.000 muestras de casi 25.000 pacientes participantes en ensayos clínicos, que han servido para que, a día de hoy, el sida se considere una enfermedad crónica y el objetivo sea conseguir que las personas con VIH no necesiten tomar medicación antirretroviral. Por eso, en estos momentos, el foco está puesto en estudiar las resistencias del virus a los tratamientos antirretrovirales, la eficacia de la vacuna terapéutica diseñada en el laboratorio y cómo eliminar el reservorio, el nicho donde se esconden los virus y principal obstáculo para poder acabar con esta enfermedad.
Llega la Covid-19
IrsiCaixa no se ha quedado al margen de la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19, a la que está colaborando gracias al conocimiento generado en el del VIH y el sistema inmunitario y trabajando contrarreloj en 26 proyectos de investigación.
Se trata de estudios cuyo objetivo es desarrollar una vacuna, buscar tratamientos eficaces y diseñar test rápidos para detectar la infección, entre los cuales figura un ensayo en miniórganos de pulmón y cerebro humanos diseñados en laboratorio, otro con plasma de pacientes convalecientes para evaluar su eficacia en positivos mayores de 50 años y un tercero que ha permitido concluir que la hidroxicloroquina no previene el contagio de Covid.
Imagen principal, investigadores en un laboratorio de IrsiCaixa / Europa Press