Este 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de sensibilizar a la población de los estigmas existentes. La primera vez que se conmemoró la salud mental fue en 1992 y, este año, se ha escogido reivindicar que es un derecho humano universal. Las personas con trastornos mentales se tienen que enfrentar, en su día a día, a una estigmatización por parte de la sociedad, que afecta a su calidad de vida. Y es que la salud mental está rodeada de falsos estereotipos muy arraigados en el pensamiento de las personas y, por eso, hay que desmentir los mitos sobre salud mental que todos hemos escuchado alguna vez.

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Mitos falsos sobre salud mental que todos hemos escuchado alguna vez

Las personas con un problema de salud mental son poco inteligentes

Hay una falsa de creencia de que los problemas de salud mental están vinculados a un coeficiente intelectual bajo, pero eso no es así. Cualquier persona puede verse afectada por un trastorno, independientemente de su inteligencia, clase social e ingresos, ya que las enfermedades mentales no comportan una disminución de las capacidades cognitivas. En otras palabras, un trastorno mental no causa una discapacidad intelectual, tal como apunta el canal de Salut de la Generalitat.

Solo hay que cuidar tu salud mental cuando tienes un problema grave

Hay que cuidar la salud mental de la misma manera que cuidas la física. Es por eso que tomar medidas activas para favorecer el bienestar mental puede ayudar a cualquier persona, igual que lo hace tener un estilo de vida saludable. No hay que llegar al límite para empezar a preocuparse por la salud mental.

Los trastornos mentales solo afectan a los adultos

Existe un falso mito de que los problemas de salud mental solo afectan a las personas adultas y en ninguno caso a niños. En los recientes años, ha quedado demostrado que los trastornos mentales se han multiplicado entre los más jóvenes. Según datos de Unicef, el 14% de los adolescentes de todo el mundo tienen problemas de salud mental y el suicidio es la quinta causa de muerte más frecuente entre los jóvenes de 10 a 15 años. Así, los problemas de la salud mental pueden existir a cualquier edad.

No se pueden prevenir los problemas de salud mental

Esta afirmación es completamente falsa, ya que hay muchos factores que pueden prevenir los problemas de salud mental. Fortalecer las habilidades sociales y las relaciones para tener un entorno positivo, así como buscar un apoyo antes de que un trastorno mental se desarrolle, pueden ser claves.

Las personas con problemas de salud mental son agresivas

Sufrir una enfermedad mental no está directamente vinculado con una conducta agresiva. De hecho, las personas con problemas mentales tienen las mismas posibilidades de ser violentas que cualquier otra persona, pero, en cambio, acostumbran a ser más víctimas de agresiones por parte de otros.

Los trastornos mentales no tienen cura

Igual que pasa con las enfermedades de salud física, hay problemas mentales que con un tratamiento y el apoyo necesario se pueden superar y recuperar. En cambio, hay otros que se convierten en crónicos, pero, con la atención necesaria, se puede aprender a convivir con la enfermedad y tener una buena calidad de vida.

Las personas con enfermedades mentales son débiles

Pensar que una persona es más débil por sufrir un trastorno mental es una estigmatización. Al final, los problemas de salud mental pueden originarse por motivos muy diferentes, desde la genética, el estilo de vida, experiencias, hasta enfermedades de salud física.

Las personas con problemas de salud mental no pueden vivir en sociedad

Esta afirmación evidencia la estigmatización que sufren las personas con problemas de salud mental. Lejos de lo que la gente pueda llegar a creer, los trastornos mentales no impiden vivir en sociedad, ni obligan a encerrar a nadie en uno psiquiátrico. En algunos casos, sí que la salud mental puede ser motivo para recibir una incapacitación laboral, pero en muchos otros las personas pueden trabajar en plena normalidad. Lo que puede aislar a las personas con enfermedades mentales es, precisamente, este pensamiento y la falta de condiciones óptimas para vivir.