Los efectos del café sobre la salud humana han sido ampliamente estudiados. Se trata de una bebida que se toma prácticamente en todo el mundo y, por lo tanto, es interesante a la hora de definir cómo puede afectar a personas de toda condición.
Una de las cuestiones que más ha despertado el interés es el saber si verdaderamente afecta a la tensión arterial y, más concretamente, si puede aumentarla y puede ser perjudicial. La ciencia sugiere que los efectos fisiológicos de beber café pueden extenderse más allá de una pequeña dosis de vigilia. Las investigaciones indican que puede aumentar la presión arterial durante un tiempo breve después del consumo.
Una revisión científica que incluía un total de 34 estudios concluyó que 200-300 mg de cafeína, que equivale aproximadamente la a cantidad que consumiría en una y media o dos tazas, provocó un aumento promedio de 8 mm Hg y 6 mm Hg en la presión arterial sistólica y diastólica, respectivamente. Este efecto se observó hasta tres horas después del consumo, y los resultados fueron similares tanto en personas con presión arterial normal al inicio del estudio, como en aquellas que padecían hipertensión antes de la investigación.
Del mismo modo, se concluyó que el consumo regular de café no está asociado con el mismo impacto en la presión arterial, es decir, que se desarrolla una especie de tolerancia a la cafeína cuando se bebe de forma habitual. Por lo tanto, sí que puede producirse un aumento de leve a moderado en la presión arterial después de beber una taza de café, especialmente si se bebe con poca frecuencia. Pero este efecto no parece extenderse mucho más allá del corto plazo.
La investigación actual apunta que para las personas con presión arterial alta, es poco probable que el consumo diario de café tenga un impacto significativo en la presión arterial o en el riesgo general de desarrollar enfermedad cardíaca. De hecho, el café puede proporcionar incluso algunos beneficios para la salud.
Las investigaciones indican que para las personas sanas, beber de 3 a 5 tazas de café al día está relacionado con una reducción del 15% en el riesgo de enfermedad cardíaca y un menor riesgo de muerte prematura. La razón es que el café contiene múltiples compuestos bioactivos que tienen fuertes efectos antioxidantes y pueden reducir el estrés oxidativo del organismo. Se piensa que estos beneficios pueden superar los posibles efectos negativos que la cafeína podría tener en quienes lo beben con regularidad. Por lo tanto, afirman que el café es una alimento perfectamente seguro.
En el caso de las personas que padecen hipertensión, no se ha demostrado que a largo plazo pueda tener un efecto perjudicial. Pero es cierto que los especialistas no aconsejan una exposición excesiva a la cafeína, sobre todo si no se toma café con regularidad. En esto casos, es mejor consultar con el especialista, porque si que se puede tomar cuando la presión arterial esté bajo control mediante medicación y dieta adecuada.