El número de espermatozoides en los hombres ha disminuido hasta en un 59% en las últimas décadas, según algunas estimaciones publicadas en diversos estudios. Se trata de una cuestión importante que afecta a la fertilidad de millones de personas y cuyas causas pueden ser muy amplias. Pero una de ellas, según confirma un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Washington, es el consumo de cannabis, que puede ser perjudicial para la función reproductiva masculina.
El estudio ha sido publicado en la revista Toxicological Sciences, y se basa en investigaciones llevadas a cabo tanto en personas como en animales. Es el primero que usa cannabis entero vaporizado en ratones, que es la forma más común toman las personas, pues en investigaciones anteriores en animales se han utilizado otros métodos de administración como las inyecciones de tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo del cannabis.
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores estudiaron 30 ratones machos adultos. Expusieron a 15 de ellos al vapor de cannabis tres veces al día durante diez días, una cantidad intensa pero que imita la ingesta de cannabis de los consumidores frecuentes. Luego, compararon el recuento de espermatozoides y la motilidad en esos ratones con el grupo de control no expuesto. Descubrieron que inmediatamente después del período de exposición, la motilidad de los espermatozoides disminuía y, después de un mes, los recuentos de espermatozoides eran más bajos.
Los investigadores cruzaron varios de los ratones machos con hembras no expuestas. La progenie masculina del grupo expuesto también mostró una disminución en el recuento y la motilidad de los espermatozoides. Los hijos expuestos al cannabis también mostraron evidencia de daños en el ADN y alteraciones relacionadas con el desarrollo de los espermatozoides. “No esperábamos que los espermatozoides desaparecieran por completo o que la motilidad se compensara por completo, pero la reducción en el recuento de espermatozoides y la motilidad de la descendencia es probablemente un efecto directo de la exposición del padre al cannabis”, asegura Kanako Hayashi, una de las autoras del trabajo.
En el estudio, también se concluyó que la tercera generación –los nietos de los ratones machos expuestos– no mostró los mismos impactos, lo que sugiere que la exposición al cannabis afectó a los ratones de segunda generación en una etapa de desarrollo.
En vista de los resultados, los expertos han decidido ampliar la investigación y actualmente se encuentran analizado cómo la exposición al cannabis en ratones en el útero tendría efectos generacionales más profundos, ya que la droga afectaría la formación del sistema reproductivo de los ratones que podría transmitirse.