El colesterol es una de las mayores preocupaciones de la gente cuando se enfrenta a las revisiones médicas y en el día a día. La mayor parte del colesterol se produce en el propio organismo y el resto proviene de la dieta.
Cuando se habla de colesterol, en realidad está hablando de dos tipos de colesterol, HDL y LDL, junto con los triglicéridos, que son un tipo de grasa. Cuando nos referimos al colesterol total, es una combinación de colesterol HDL y LDL más triglicéridos.
En cuanto a la cerveza se refiere, esta eleva los niveles de triglicéridos. Esto se debe a que la cerveza contiene carbohidratos y alcohol, dos sustancias que aumentan rápidamente los triglicéridos. Y las personas que son más sensibles a los efectos de la cerveza pueden experimentar niveles aún más altos de triglicéridos.
Como los triglicéridos son parte del colesterol total, si estos aumentan, el colesterol total también se incrementa. Lo ideal es que el nivel de triglicéridos esté por debajo de 150 miligramos por decilitro (mg/dL).
La cerveza tiene malta de cebada, levadura y lúpulo. Todas estas sustancias contienen fitoesteroles, que son compuestos vegetales que se unen al colesterol y ayudan a eliminarlo del cuerpo. Algunos fitoesteroles, también conocidos como esteroles vegetales, se agregan a alimentos y bebidas y se comercializan como alimentos reductores del colesterol.
Pero aunque la cerveza contiene esteroles de forma natural, no puede reducir el colesterol. Los esteroles que se encuentran en la cerveza (sitosterol o ergosterol) se encuentran en niveles tan bajos que incluso una cerveza integral contiene muy poco de ellos, lo que los hace insuficientes para tener un impacto significativo en la reducción del colesterol.
¿Es una mejor opción el vino?
El vino tinto ha sido estudiado en multitud de investigaciones. En cantidades moderadas, se ha demostrado que reduce las enfermedades cardíacas, la depresión, la demencia y la diabetes tipo 2. También se ha demostrado que la ingesta moderada de cerveza reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Si bien la cerveza contiene algunos antioxidantes como el vino tinto, los específicos que se encuentran en la cebada y el lúpulo son diferentes a los que se encuentran en las uvas del vino. Aún no está claro si los antioxidantes de la cerveza ofrecen los mismos beneficios que los del vino tinto, aunque las investigaciones preliminares que se han llevado a cabo son prometedoras.
Sin embargo, en general, es la frecuencia y la cantidad que se bebe, y no lo que se bebe, lo que realmente parece afectar al corazón.