La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha informado de que se han notificado en la capital catalana 1.040 casos sospechosos de viruela del mono en dos meses –entre el 19 de mayo y el 24 de julio- y que se han confirmado 747. En estos momentos, hay 246 casos sospechosos más bajo investigación, según el ASPB, que pide "extremar las precauciones" este verano para prevenir la viruela del mono. Casi todos los casos confirmados han presentado fiebre, cansancio, inflamación de los ganglios linfáticos, y erupciones cutáneas localizadas con frecuencia en la zona genital y/o perianal. La mayoría de los afectados son hombres, de entre 20 y 88 años, con una edad media de 38 años. En el 98% de los casos el mecanismo de transmisión ha sido el contacto sexual.
Reducir la transmisión de la viruela del mono
La Agencia de Salud Pública de Barcelona recuerda que para reducir la transmisión hace falta que las personas con síntomas compatibles y aquellas que hayan tenido contacto con personas con diagnóstico confirmado se aíslen y se pongan en contacto con su médico o médico. Entre las medidas para interrumpir la transmisión destacan evitar el contacto estrecho con personas con sintomatología compatible con la enfermedad, especialmente las relaciones sexuales y no compartir objetos personales como toallas.
La mayoría de los casos son leves y no necesitan tratamiento
En la mayoría de los casos de viruela del mono los síntomas son leves y en la cabeza de entre dos o cuatro semanas las personas diagnosticadas se recuperan sin necesidad de ningún tratamiento. Los síntomas se suelen presentar entre los días 5 y 21 desde la exposición al virus. Con respecto al tratamiento, se pueden utilizar medidas de apoyo en función de los síntomas que aparecen. El Departamento de Salud inició la campaña de vacunación de la viruela del mono el pasado 21 de julio en tres centros con cita previa: BCN Checkpoint, el Hospital Clínico de Barcelona y la Unidad de ITS Drassanes-Vall Hebron. La vacuna está dirigida a personas que tienen un alto riesgo de contraer la enfermedad, es decir, aquellas que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, incluidas en programas de profilaxis pre exposición al VIH o con infección por VIH, así como los contactos estrechos de casos confirmados con más riesgo de tener enfermedad grave (niños, personas embarazadas y personas inmunodeprimidas).