El agua Perrier, a punto de desaparecer para poner en riesgo la salud pública. Así se desprende de una investigación publicada este lunes por Radio France y Le Monde, que han tenido acceso a un informe de la Agencia Regional de Salud (ARS) de Occitania, del 30 de agosto de 2024. Los dos medios ya se habían hecho eco en enero sobre el uso de tratamientos prohibidos en varias marcas del grupo Nestlé Waters (incluida Perrier), pero la compañía afirmó que los había retirado para poner fin al fraude y que se había asegurado "siempre" de "la seguridad sanitaria" de sus productos. Pero el informe que se ha conocido ahora pone en duda la versión de la empresa.

Después de una inspección sorpresa en la fábrica Perrier de Gard (Occitania) en mayo, el documento constata que la calidad de los recursos hídricos explotados todavía no es suficiente para producir agua mineral natural, que la normativa marca que tiene que ser "microbiológicamente saludable" y "mantenerla libre de cualquier riesgo" de contaminación. De hecho, alerta de un posible riesgo virológico para los consumidores, conocido por el gobierno desde el 2022. Es por eso que la ARS prevé, por primera vez, "un cese de la producción de agua mineral al yacimiento de Vergèze". Y añade que Nestlé tendría que "cuestionar estratégicamente" otro posible uso alimentario de sus captaciones, "en condiciones que aporten garantías de seguridad sanitaria, que resultarán esenciales."

Persiste el riesgo de fraude

El informe reconoce que se han retirado algunos tratamientos ilegales, pero advierte que el riesgo de fraude persiste. "Las condiciones en que se llevó a cabo la inspección no permiten asegurar que no hubiera ningún otro dispositivo de procesamiento no autorizado escondido en la fábrica", indica, en referencia a los tratamientos aplicados al agua potable —que queda excluida de la denominación de agua mineral natural, de la cual se beneficia Perrier.

El documento continúa y dice que los controles de calidad hechos por Nestlé presentan resultados microbiológicos "inusuales para el agua mineral natural", con "inestabilidad del agua" y la presencia de microorganismos en el agua sucia —cosas absolutamente prohibidas en la normativa—. La cosa empeora si tenemos en cuenta que tres pozos se han visto contaminados por gérmenes fecales (que pueden provocar enfermedades en humanos), cosa que provocó la destrucción de tres millones de botellas de Perrier. En este sentido, los agentes de la ARS creen que las "contaminaciones bacterianas" son "inaceptables para el agua mineral natural", aunque sean "puntuales".

Alerta por "riesgo virológico"

Para compensar, la fábrica Perrier había reforzado su sistema de tratamiento de microfiltración, que es la manera como Nestlé sigue enmascarando la contaminación de su agua sucia para comercializarla como agua mineral natural —según la agencia—. Los inspectores hablan de una "desviación" de la norma, es decir, de un "incumplimiento de obligaciones legales o reglamentarias exigibles legalmente".

Más allá del posible fraude de vender agua sucia como agua mineral natural, el informe señala un aspecto más preocupante para los consumidores: el posible "riesgo virológico" (adenovirus, norovirus, hepatitis A). Según la ARS, los microfiltros "no tienen ningún efecto de retención de virus". Como ya hemos dicho, hace tiempo que se conoce este riesgo: en julio de 2022, la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) remitió al gobierno un informe sobre los microfiltros, que pueden constituir una "falsa seguridad" y "exponer a los consumidores a un riesgo para la salud en relación con la ingestión de virus".

El ejemplo de Catalunya

Y ponían un ejemplo: una epidemia de gastroenteritis en Catalunya en abril del 2016, con más de 4.000 personas afectadas por virus en aguas tratadas por microfiltración. En diciembre de 2022, la Agencia de Seguridad Sanitaria (ANSES) también advirtió al ejecutivo de un posible riesgo viral. Sin embargo, el gobierno autorizó el uso de microfiltros.

Con todo, el ARS se plantea "un cese de la producción de agua mineral natural al yacimiento de Vergèze". La pelota está en el tejado de la prefectura del Gard, que tiene que decidir sobre el futuro de Perrier y de los 1.000 trabajadores de la fábrica. De hecho, se tiene que pronunciar sobre la solicitud de renovación de la autorización para explotar la fuente y producir agua mineral natural. La prefectura tomará la decisión el primer semestre del 2025, después de recibir "la opinión de hidrólogos expertos en higiene pública". Por su parte, Nestlé ha asegurado que operan a Vergèze "de acuerdo con el marco marcado por las autoridades".

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