El alcalde de Riudoms, Sergi Pedret, y un concejal del gobierno recibieron el martes la vacuna de la Covid-19 en la residencia geriátrica L'Onada. Según ha adelantado Tarragonadigital.com y ha confirmado el alcalde en un comunicado, accedieron a vacunarse, a petición de los responsables de la residencia, para no tener que tirar dos dosis sobrantes de la jornada de vacunación.

El alcalde ha explicado que en todo momento siguieron las indicaciones de los sanitarios y ha apuntado que, probablemente, desde el centro consideraron que él era una persona adecuada para aprovechar la dosis porque "por temas de gestión de la crisis sanitaria son habituales las reuniones del alcalde con la residencia". Salut ha confirmado a la ACN que analizará los hechos.

Sergi Pedret, alcalde de Riudoms / ACN

En un comunicado publicado en las redes sociales, el alcalde ha detallado que la persona coordinadora de la residencia le llamó para explicarle que se tendrían que tirar unas dosis porque, por diferentes circunstancias, algunas vacunas programadas no se habían podido suministrar.

Aprovechar las vacunas

"Desde el equipo de coordinación decidieron que, antes de tirar estas vacunas, había que aprovecharlas y me pidieron que recibiéramos esta vacuna yo y otra persona, ya que por temas de gestión de la crisis sanitaria son habituales las reuniones del alcalde con la residencia y por lo tanto consideran oportuno hacerlo así", añade Pedret.

Fuentes del Departament han precisado que el personal que coordina la vacunación en la región sanitaria en ningún caso contactó con el alcalde, sino que esta fue una decisión de la residencia. La ACN ha podido confirmar también que, de entrada, el centro también ofreció una dosis al cura del pueblo, pero que este declinó la posibilidad de recibirla.

El alcalde Sergi Pedret, de JxCat, apunta que siguió las indicaciones que recibió en todo momento de los responsables de la vacunación en la residencia, "confiando en su criterio, en su profesionalidad y en los protocolos establecidos para el desarrollo del proceso de vacunación de la población".

No se podía negar

"Al amparo de estos criterios y habiendo recibido esta indicación, consideré que en ningún momento soy quien para decidir quién se vacuna o no se vacuna; y menos todavía para negarme al ofrecimiento de vacunarme ante la posibilidad de que esta vacuna se tire, cosa que se podría interpretar como una desconfianza mía hacia la seguridad de la vacuna de la Covid-19," justifica.

Y añade: "Es por este motivo que acepté y me dirigí hacia la residencia, ya que la condición era presentarme en cuestión de pocos minutos porque probablemente la vacuna podía estropearse en poco tiempo". Pedret explica que la otra persona a quien se ofreció la vacuna no podía llegar a tiempo, con lo cual se ofreció la dosis a la persona que en aquel momento lo acompañaba. El alcalde garantiza que el proceso se desarrolló en el vestíbulo de la residencia "siguiendo todas las normas de prevención y sin ningún contacto con residentes".

"Los que me conocéis sabéis que en el día a día al frente del Ayuntamiento sólo me mueve estar al servicio de Riudoms y su gente, actuando de acuerdo con aquello que establecen las autoridades responsables de cada materia. En este caso he hecho exactamente eso", concluye Pedret.

La residencia lamenta el "compromiso" en que ha puesto al alcalde

Por su parte, los responsables de la residencia L'Onada han hecho público otro comunicado en que hacen una cronología de los hechos y especifican que una vez vacunada toda la gente prevista sobraron cuatro dosis "ya preparadas para inyectar" que se tenían que administrar en un máximo de quince minutos.

Afirman que se llamó "inmediatamente" a la responsable de vacunación del Camp de Tarragona para "consensuar" a quien se tenían que poner las vacunas.

La primera opción fue el CAP, pero la responsable lo declinó porque al día siguiente se vacunaba todo su personal y sobrarían vacunas. La segunda opción fue el Ayuntamiento, porque "especialmente el alcalde y también los concejales, siempre vienen a ayudar en cualquier situación que se les requiere, accediendo al centro".

Fue el alcalde el que propuso vacunar al cura, según L'Onada, pero este "se encontraba demasiado lejos del centro para llegar con tanta urgencia".

Entonces se pidió "expresamente" al alcalde que se acercara al centro para vacunarse y poder aprovechar el medicamento. Pedret y un concejal llegaron a tiempo "para poder ponerse la vacuna con total garantía".

"Lamentamos enormemente haber puesto en un compromiso tan grande al alcalde y un concejal del municipio, cuando nunca existió ninguna conversación previa ni se planificó ninguna posible vacunación en la residencia a personas que no fueran las que constaban en el listado", aseguran los responsables del centro geriátrico.