El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) ha emitido una alerta sanitaria "grave" en el estado español por un pescado con anisakis procedente de Marruecos. El producto en cuestión son unos huevos de merluza contaminados con el famoso parásito. Según los pocos detalles de la información del RASFF de este lunes, el pescado fue detectado en un control fronterizo y el envío fue detenido. Acto seguido, se calificó la incidencia de "grave" y se trasladó la notificación al resto de países de la Unión Europea.
🐟 Cómo detectar el anisakis en la merluza y otros pescados
El RASFF es una herramienta utilizada para el intercambio de información entre las autoridades alimentarias, mediante la que se emiten avisos diariamente tras detectar productos alimenticios contaminados u otros peligros que puedan afectar a la salud pública. Así, las autoridades sanitarias actúan y retiran el alimento para evitar que llegue a los establecimientos donde se iba a vender. Entidades como FACUA han criticado a menudo la poca información de las alertas europeas, lo que "hace que el consumidor arroje una sombra de sospecha sobre todos los productos, independientemente que puedan o no estar afectados". Y es que no hay información ni de la empresa productora, ni de la zona del país de donde procede, ni otros detalles importantes.
¿Qué es el anisakis? Cómo prevenirlo y otros detalles
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recuerda que el anisakis es un parásito que puede encontrarse en el pescado y provocar alteraciones digestivas que pueden ser graves, si se ingiere pescado crudo o sometido a tratamientos que no matan al parásito. Para evitarlo, hay que comprar el pescado limpio, sin tripas y cocinarlo. En caso de comerlo crudo, hay que congelarlo un tiempo o comprarlo directamente congelado. También pueden estar contaminados por anisakis los cefalópodos, como el calamar, el pulpo, la sepia...
De la misma manera, la AESAN recuerda que la legislación europea obliga a que los productos de la pesca no se pongan a la venta con parásitos, como el anisakis, visibles. Además, los establecimientos que sirven comida a los consumidores finales o a los que elaboran los productos para su venta, deben garantizar que los productos para consumir crudos tienen que haber sido previamente congelados. La legislación estatal también obliga a los establecimientos a poner en conocimiento de los consumidores que los productos para consumir crudos han sido congelados. Si no está dicha información, el consumidor puede solicitarla.