Uno de los aspectos de la salud mental que más se pasa por alto es la nutrición. La comida juega un papel importante en nuestra salud física, así como en nuestra salud mental y emocional. Cuando está luchando contra la depresión, puede resultar un poco abrumador pensar en comer los alimentos adecuados. Sin embargo, algunos pequeños cambios en la dieta pueden ayudar a disminuir los síntomas depresivos y tener un efecto positivo en la vida diaria.
Independientemente de las preferencias personales, existe una variedad de opciones que pueden brindar beneficios para mejorar el estado de ánimo. Por eso, a continuación vamos a ver qué alimentos se recomiendan para combatir un padecimiento como la depresión.
Pescado
Pescados grasos como el salmón, la caballa, la trucha, las sardinas y el atún, son excelentes opciones para ayudar a combatir la depresión. La razón es que son fuentes ricas en grasas omega 3, importantes para la salud del cerebro y que pueden participar en el funcionamiento de la serotonina, un neurotransmisor importante en la regulación del estado de ánimo.
Nueces
Aunque otros frutos secos como los anacardos, las nueces de Brasil y las avellanas son útiles para complementar las grasas omega 3, las nueces son las mejores de todas. Son una de las fuentes vegetales más altas de omega 3 y contienen muchas proteínas para ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre en un equilibrio saludable.
Diversos estudios han revelado que los adultos que comen nueces tienen más probabilidades de contar con niveles más altos de optimismo, energía, esperanza, concentración y un mayor interés en las actividades diarias.
Alubias
Tienen mucha proteína y fibra, que además de ayudar a minimizar los altos y bajos de azúcar en sangre que pueden afectar nuestro estado de ánimo, también son una gran fuente de ácido fólico.
Semillas
Las semillas de linaza y chía son muy buenas opciones si se quiere combatir la depresión. Son dos tipos de semillas particularmente generosas en grasas omega 3. Solo una cucharada de semillas de chía proporciona aproximadamente el 60% de la cantidad diaria recomendada de omega 3 y 1 cucharada de linaza proporciona aproximadamente el 40% de la recomendación diaria.
Aves de corral
El pollo y el pavo son excelentes fuentes de proteína magra que pueden ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, manteniendo el estado de ánimo bien equilibrado durante el día. Además de ser fuentes fiables de proteína magra, se sabe que las pechugas de pavo y pollo proporcionan altas cantidades de triptófano. Algo que es beneficioso porque ayuda a crear serotonina, que nos ayuda a mantener un sueño saludable y un estado de ánimo equilibrado.
Verduras
Aunque esto es importante para cualquiera, comer verduras puede ser de gran ayuda si se padece depresión. Una razón es que se ha descubierto que las personas con depresión tienen una ingesta dietética más baja de ácido fólico en comparación con las personas sin depresión. Entre ellas, destacan las coles de Bruselas, las espinacas, la col rizada y los berros.
Probióticos
Cada vez más investigaciones vinculan una buena salud intestinal con una buena salud mental. Varios estudios han encontrado que los microorganismos que viven en el intestino, incluidos los probióticos, pueden desempeñar un papel clave en la regulación del estado de ánimo al ayudar a reducir la inflamación en su cuerpo, producir neurotransmisores para sentirse bien y afectar a la respuesta al estrés.
Entre los alimentos que contienen más probióticos se encuentran el chucrut, el miso, el tofu y el yogur, por citar los más habituales.
Alimentos integrales
Lo mejor es permitirle al cuerpo la posibilidad de digerir los alimentos lo más cerca posible de su estado natural. Muchos de los alimentos procesados están llenos de conservantes y ofrecen poco o ningún beneficio nutricional. El cuerpo trata de entender qué hacer con esos alimentos, y puede interrumpir la llegada de los nutrientes clave y la energía que necesita la mente para funcionar de la mejor manera. Por eso, la apuesta por los alimentos naturales y, más aún, si son integrales, resultan muy beneficiosos.