El hecho de que no exista una cura para el Alzheimer, una de las patologías neurodegenerativas más comunes, está motivando un auténtico esfuerzo por la comunidad científica para analizar cuáles son los motivos de su aparición y así poder hacer tratamientos preventivos.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer's Disease Reports sigue la estela de otras investigaciones que han encontrado evidencia de que el aluminio contribuye al origen y desarrollo del Alzheimer. Los investigadores encontraron aluminio junto a la proteína tau fosforilada, que es un iniciador temprano del Alzheimer.

Los nuevos datos demuestran que el aluminio está ubicado con la proteína tau fosforilada, presente como si fueran ovillos dentro de las neuronas en el cerebro de la enfermedad de Alzheimer de origen familiar o de inicio temprano. La presencia de estos ovillos está asociada con la muerte de las células neuronales, y las observaciones del aluminio en estos ovillos pueden resaltar su en la formación de la enfermedad.

La presencia del aluminio en las neuronas aumenta el riesgo de padecer Alzheimer

Los investigadores utilizaron un método de inmunomarcaje altamente selectivo en el estudio actual, combinado con microscopía de fluorescencia específica de aluminio. Se identificó tau fosforilada en ovillos con aluminio en el tejido cerebral del mismo grupo de participantes colombianos del estudio con la enfermedad del Alzheimer de origen familiar.  

“La acumulación de aluminio se ha asociado con la enfermedad de Alzheimer durante casi medio siglo, pero son estos nuevos estudios los que están definiendo la interacción molecular exacta del aluminio y otros metales multivalentes que pueden ser fundamentales para la formación de la patología de la enfermedad de Alzheimer”, aseguran los expertos que han participado en la investigación.

Los nuevos datos pueden sugerir que la asociación del aluminio con las placas seniles extracelulares precede a la aparición de la enfermedad. Estas relaciones tanto con la beta amiloide que se acumula en las neuronas de las personas con la enfermedad como con la tau pueden explicar los altos niveles de aluminio observados en el tejido cerebral de los participantes de los estudios frente al grupo de control que no presentaba la patología. “Se sabe que tau y beta-amiloide actúan en sinergia para producir neurotoxicidad en el Alzheimer y nuestros datos proporcionan nueva evidencia del papel del aluminio en este proceso.