Esquiar, ni ninguna otra actividad que se practique al aire libre, comportará la obligación de enseñar el pasaporte Covid en Andorra. Así lo ha marcado el gobierno del Principado ya que considera que el contexto "no comporta riesgo de contagio" y las actuales cifras a la baja de positivos favorece no pedir ningún tipo de comprobante a los practicantes del deporte y la naturaleza.
En paralelo a Francia
De esta manera, marca un precedente que podrían seguir las estaciones vecinas. En Francia, el camino indica que será lo mismo y las estaciones no lo pedirán para esquiar aunque quedan muchos detalles. Por ejemplo, cualquier restaurante o bar, aunque sea al aire libre y en plena montaña, exige el pasaporte para sentarse y coger mesa. Sin embargo, las últimas declaraciones del gobierno francés son las que han favorecido la decisión del Principado.
Jean-Baptiste Lemoyne, secretario de Estado de Turismo francés, afirmó que "el mensaje es muy claro: este invierno, vayamos a esquiar". Y añadió que "en esta etapa, la ley no prevé que se solicite el pasaporte sanitario a los remontes. Todavía no se han anunciado las medidas a las estaciones de esquí francesas, aunque se espera que se hagan públicas a mediados de mes".
Unas declaraciones que se han entendido desde el gobierno de Xavier Espot como un mensaje claro para ser más flexibles en las medidas a pesar de haber afirmado a mediados de septiembre que "si Francia, para ir a las estaciones de esquí, pide a sus ciudadanos que presenten el pasaporte sanitario es posible que también exija a los andorranos que hagan lo mismo, si no, no dejará que los ciudadanos franceses vengan a nuestro país".
¿Y Catalunya?
En el caso de Catalunya, la reflexión que se está haciendo es la de no descartar exigir el pasaporte. En el Estado español, esta medida también va camino de implantarse, después de que el Tribunal Supremo haya avalado la medida adoptada por la Xunta de Galicia el agosto pasado de exigir pasaporte Covid para acceder en establecimientos de ocio y hostelería de la comunidad.
Sin fecha fijada, se calcula que a partir del 20 de noviembre podría haber ya alguna pista abierta catalana como la de Masella. No se ha anunciado todavía un día en concreto, pero siguiendo la línea de sus aperturas en las últimas temporadas, el fin de semana del 20 y 21 de noviembre podría ser el estreno. Aunque el primer fin de semana oficial está marcado para el 26 y 27 de noviembre.
Sistema andorrano
Volviendo al caso de Andorra, se desmarca de esta manera de los otros países europeos donde el turismo de esquí tiene un peso importante en la economía, y sí han pedido ciertas medidas de prevención. Según adelanta el Diari d'Andorra, las estaciones de esquí han tomado la palabra al Gobierno, y han empezado a preparar la nueva temporada bajo esta premisa. No obstante, fuentes de estas empresas han asegurado que mantendrán algunas restricciones en lugares cerrados como los restaurantes o tiendas de alquiler.
Por otra parte, el Gobierno andorrano ha recibido la autorización del Gobierno español para permitir la entrada a todos los trabajadores extranjeros con la pauta completa de la vacuna que llegan para ocupar algunos de los lugares de trabajo temporales de este invierno. Incluso aquellos que están vacunados con farmacéuticas no autorizadas por la UE, como es el caso de Argentina, donde se están utilizando también la rusa Sputnik V, o la china.
Europa sí reclama el pasaporte
Algunos países que ya han definido la política que aplicarán es Italia, donde se exigirá el llamado Green Pass; en Austria el Pass-Covid. En Suiza están divididos, aunque algunas estaciones ya han anunciado que no dejarán entrar esquiadores en sus instalaciones si no están correctamente vacunados.
No obstante, muchos de estos países se enfrentan ahora a cómo controlar que se respetan estas reglas. Aunque en todos ellos se pedirá que se presente un certificado en el momento de comprar el forfait, está la cuestión de cómo controlar los que lo adquieran vía online. En Austria, por ejemplo, reforzarán la seguridad con controles policiales.