El concierto piloto que debía celebrarse este mes en la Sala Apolo de Barcelona con más de 1.000 asistentes, de pie y sin distancias, ha sido pospuesto hasta que mejore la situación epidemiológica a causa del avance de los rebrotes de la Covid-19.

Así lo han decidido el Hospital Can Ruti de Badalona y la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, que lideraban esta prueba científica con la colaboración del festival Primavera Sound y que, hasta la pasada semana, tenían intención de continuar adelante a pesar del cierre del ocio nocturno.

Argumentos

Los organizadores han explicado en un comunicado que el aplazamiento quiere "evitar cualquier situación que pueda contribuir a tensar innecesariamente el sistema de salud y en solidaridad con los esfuerzos que se piden a la ciudadanía".

La decisión de postergar este estudio llega el mismo día en que el Gobierno ha aprobado nuevas restricciones para contener la pandemia, como el cierre de todos los bares y restaurantes de Catalunya durante quince días, la reducción del aforo de los centros comerciales al 30% y el de los gimnasios al 50%.

Con todo, la organización del concierto ha mostrado su "compromiso" para "encontrar soluciones eficientes y científicamente demostradas que puedan garantizar la creación de un ambiente seguro para la realización de acontecimientos relacionados con el ocio en espacios cerrados en tiempo de la Covid-19", de manera que, cuando los indicadores de contagios hayan mejorado, podrían reanudar el proyecto.

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Material para hacer un test de coronavirus / Efe

La prueba

El concierto de la Sala Apolo es un estudio científico con un millar de personas sanas que se someterán a tests rápidos de antígenos antes del concierto para detectar si tienen coronavirus y en las que se hará seguimiento los días posteriores para determinar si ha habido contagios. Antes de la apertura de puertas, se realizará una prueba PCR a la mitad de los participantes, lo cual permitirá evaluar la eficacia de los tests rápidos como estrategia de cribado en acontecimientos con gran afluencia de gente.

Una vez dentro del local, los asistentes tendrán que llevar en todo momento mascarilla, que solo se podrán sacar para consumir una bebida en puntos destinados a este efecto, y no será necesario respetar la distancia de seguridad. Ocho días después del concierto, se volverán a practicar tests rápidos de antígenos a todos los asistentes y una nueva prueba PCR a los mismos participantes en los cuales ya se les realizó el día del acontecimiento.