El precedente francés se puede replicar en Catalunya. El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, ha admitido en una entrevista a El Suplement de Catalunya Ràdio que están estudiando reducir la cuadragésima de quince a siete días: "Yo era más prudente, pasar de quince a diez días, pero estamos estudiando la propuesta". Ahora, hace falta conocer las conclusiones de los expertos para acabar de evaluar la idea y marcar los días exactos que se tendrán que hacer aislados cuando toque pasar la cuarentena por un caso de coronavirus en nuestro entorno más inmediato.
Ayer, el primer ministro francés, Jean Castex, admitió que a pesar de "el aumento sensible" de las hospitalizaciones y el crecimiento en las personas mayores en los últimos días, Francia está preparada para cambiar este aspecto. La decisión se ha tomado con el aval del consejo de asesores científicos por motivos prácticos y con la conclusión de que el verdadero riesgo de contagio está en la primera semana. No obstante, el gobierno francés intensificará los controles para que todos aquellos que tengan que estar cerrados, cumplan la norma.
La propuesta en Catalunya llega en un momento de calma relativa: Parece que estamos tranquilos pero no estamos bien. Preveía una cierta subida de la curva pero estamos estabilizados", admite Argimon a quien el mes de octubre le parece muy lejos y tan sólo piensa en la mañana inmediata. Habrá que ver la reacción del coronavirus con la apertura de las escuelas, en términos de aumento de movilidad, pero desde Salud confirman que este mes no se ha notificado un aumento brusco de los casos. El problema principal son los entornos próximos y la relajación y es en estos dos aspectos donde se quiere concienciar: "El virus ahora está mutando y nos estamos infectando en entornos muy próximos donde pensamos que son seguros". Incluso, el secretario de Salud Pública ha admitido que eso pasa en el personal sanitario "durante los descansos".
Escuelas y abuelos
Mirando la actualidad más inmediata, toca habla del retorno a las aulas. Argimon ha avisado que más allá de preservar la salud de los más menudos, a partir del lunes también se tiene que tener en cuenta la de los mayores. Con el inicio del nuevo curso escolar, son muchos los abuelos y abuelas que recogen cada tarde a sus nietos a la salida de clase. Una costumbre que ha pedido erradicar en la medida en que sea posible: "Tenemos que intentar evitar que los abuelos recojan a los niños en las escuelas". Para aquellos padres que no puedan encontrar una alternativa, el secretario de Salud Pública insiste con que las personas mayores no obvien lavarse las manos y llevar la mascarilla en todo momento: "Hacer vida normal pero con estas condiciones".
El discurso sobre las escuelas es lo mismo que hemos escuchado los últimos días, las escuelas son seguras: "Es importantísimo que se abran. Los padres y madres tienen que estar tranquilos pero eso no quiere decir que tengamos casos". Y remite el hecho de cerrar una clase a "la nueva normalidad". Esta última semana, ya se ha tenido constancia de una escuela deportiva y un jardín de infancia que han sufrido un positivo. Ahora bien, Argimon también recuerda que los casos que se deriven de forma inmediata en los próximos días no tendrán nada que ver con el funcionamiento de las aulas: "Los positivos que aparezcan la semana que viene no se habrán contagiado en el centro. El virus todavía no ha tenido tiempo".
Pensando en uno de los sectores de riesgo, los abuelos y por lo tanto las personas mayores, Argimon también invita a los mismos políticos del gobierno a reflexionar sobre la gestión de las residencias: "Todavía tenemos que flexibilizar más las medidas que se aplican a las residencias". Y ha lamentado, cómo algunas familias ya han denunciado públicamente, que "quizás no mirarán por el coronavirus pero sí de pena". Ante el aislamiento social endurecido por la Covid-19, el secretario pide "liberalizar" estos centros.
Vacunas
Hay que distinguir dos vacunas: una que ya tenemos a nuestro alcance y otra que la sociedad anhela. La primera es la de la gripe y Argimon pide que aquellos que no se lo hayan medicado los años anteriores tampoco lo hagan ahora: "Este invierno no tendremos que hacer una vacunación masiva contra la gripe". Con respecto a la del coronavirus, rompe con el mito de que esta es la solución mágica a la pandemia: "La vacuna nos ayudará pero no solucionará el problema". En clave de futurible, el secretario de Salud Pública espera no estar hablando de aquí un año del coronavirus aunque eso "no quiere decir que haya desaparecido".
Más allá de las vacunas, ahora también se trabaja con pruebas que detecten de forma más rápida la Covid-19. Los resultados se podrían conocer prácticamente al momento pero de todos modos, el sistema catalán no prevé hacer una PCR a todo el mundo cuando acabe su etapa de cuarentena: "No podemos hacer una PCR a los diez días. Con personal esencial sí pero no con todo el mundo". Argimon lo excusa con el riesgo de colapso y no con la incapacidad del sistema para tener suficientes tests. Así pues, a a los profesores tampoco se los realizará.
Argimon, en el cargo desde finales de junio, ya se ha ganado un lugar mediático destacado con poco más de dos meses. El periodista Roger Escapa le ha preguntado si le han salido novias políticas y se plantea hacer carrera. No ha cerrado la puerta pero su mensaje, hoy por hoy, es contundente: "Es necesario que no se me identifique con nadie".