El conseller de Salut de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha asegurado este lunes que prevé mantener el toque de queda nocturno, entre la 1 y las 6 de la madrugada en 161 municipios catalanes, más de tres semanas para poder bajar la incidencia de los afectados por la pandemia de coronavirus.
En una entrevista en la Cadena Ser, ha precisado que en una semana se podrá observar algún fruto del toque de queda nocturno, "pero para poder bajar esta incidencia se necesita más de una, dos y tres semanas". Lo que no prevé ampliar el conseller es la lista de los municipios afectados por esta medida, alegando que ya exigieron requisitos "bastante estrictos".
Un ligero descenso de contagios
Tras el fin de semana, el conseller ha constatado que ya se aprecia un ligero descenso de contagios en todas las edades, sobre todo entre los más jóvenes, y cree que el confinamiento nocturno puede ayudar a reducir los contactos entre este colectivo "aunque también es cierto que pueden seguir en el entorno más privado".
Tras considerar que no fue un error eliminar la obligatoriedad de llevar mascarilla, ha recalcado que esto debe aplicarse cuando uno va sólo o acompañado de su burbuja, pero no en otros casos.
"Las vacunas no son 100% efectivas"
"No podemos fiarlo todo a la bata blanca. Nos equivocamos. Hay que evitar los contagios", ha reclamado Argimon, tras advertir de que las vacunas no son 100% efectivas, y ha añadido que gran parte de los ingresados en hospitales o en las UCI son personas no vacunadas o que no tenían la pauta completa.
Los datos de la covid
A la vista de los malos datos de la covid, la directora del CatSalut, Gemma Craywinckel, reconoció este domingo en declaraciones en RAC1 que se ha reaccionado tarde a la quinta ola de la covid-19 y auguró que a finales de julio los pacientes críticos pueden ser 400 o 500, lo cual colapsaría las UCI.
Ha asegurado que, en esta época en que parte del personal sanitario hace vacaciones, "400 pacientes (ingresados por covid en la UCI) tienen la misma implicación que 600 en otro momento," por lo cual el sistema sanitario está muy tensado.
Como ya reconoció la pasada semana el conseller de Salut, Josep Maria Argimon, este domingo fue Craywinckel quien admitió que, "desde el punto de vista del CatSalut, del impacto en los usuarios y en el sistema sanitario", se ha reaccionado tarde a la quinta ola.
"No hemos sabido transmitir miedo a la población. Me preocupa muchísimo que la gente siga saliendo, que genere enfrentamientos con las fuerzas de la orden cuando intentan hacerles volver a casa con el toque de queda", dijo.