El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, ha enviado un mensaje muy claro a la población catalana: todavía estamos en pandemia, un hecho a recordar teniendo en cuenta la explosión de contagios que vive el país. "Tenemos que revertir la sensación de que no hay pandemia, sí que la hay", ha lamentado Argimon en la rueda de prensa en la que junto con el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, exponían los detalles del posible toque de queda, que depende de la decisión del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

El conseller ha reconocido que la medida del toque de queda "afecta a los derechos y las libertades" y, por eso, ha asegurado que serán "muy cuidadosos" con su aplicación. Por ahora los municipios afectados son 161, tres más de los anunciados inicialmente. Eso se debe al hecho de que las tres últimas localidades que se han añadido en la lista no cumplen los criterios epidemiológicos para estar, pero han acabado en ella para evitar un "efecto llamada" de las poblaciones adyacentes, que sí tendrán toque de queda, según ha especificado Argimon.

Al margen de estas tres excepciones, los municipios donde se instaurará un nuevo toque de queda son aquellas de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada a 7 días (AI7) de 400 o más casos. Normalmente se considera de alto riesgo un territorio con una AI7 de más de 125 casos, entonces, ¿por qué el Gobierno ha puesto el listón tan alto? Para mostrar al TSJC que no se está pidiendo el toque de queda "por cualquier cosa", sino en los casos más extremos, ha explicado el conseller.

Sanitarios al límite

"Nos costará mucho bajar la situación. Las predicciones son complicadísimas", ha lamentado el conseller de Salut. Si la situación es complicada para todo el mundo, todavía lo es más para los sanitarios catalanes, los cuales ya hace un año y medio que concatenan olas sin descanso. Con la quinta ola copando CAP, hospitales y UCI, vuelven a estar desbordados justo en periodo de vacaciones.

Argimon ha admitido que "se están cancelando permisos" al personal sanitario. El conseller ha remarcado que "las vacaciones son un derecho, pero en esta situación, además, son una necesidad" y ha añadido que los profesionales de este sector están agotados.

La presión sigue creciendo constantemente, el conseller ha recordado que en las últimas horas han ingresado a 20 pacientes más en las UCI catalanas, dejando un total de 237. Ha augurado que pronto se llegarán a los 300 ingresados en las unidades de cuidados intensivos.

Argimon ha dado un grito de alerta a la población, que confían en el hecho de que los contagios son más jóvenes y, por lo tanto, no colapsarán el sistema sanitario porque no enfermarán de forma grave. "Ahora el porcentaje de ingresos es de un 1% porque los infectados son muy jóvenes", ha dicho el conseller, pero ha añadido que si mucha gente se contagia, este 1% que acaba en los hospitales acabará siendo un gran volumen de gente.

 

Imagen principal: El conseller de Salut, Josep Maria Argimon, durante la rueda de prensa de este jueves / Efe