El metabolismo es un sistema complejo de cambios y reacciones químicos y físicos que determina, entre otros aspectos, la rapidez y eficiencia mediante la cual nuestro cuerpo quema calorías.

En los últimos años, en los avances en la lucha contra la obesidad, se ha prestado especial atención a este sistema, para saber cómo se puede activar de tal manera que funcione correctamente y permita a una persona tener un gasto calórico adecuado a su salud. Estos son algunos de los aspectos que se han descubierto en los últimos tiempos que vale la pena conocer.

Hay tres tipos de metabolismo

Lo llamamos metabolismo, pero en realidad hay tres tipos que hacen referencia a tres sistemas que se llevan a cabo en nuestro organismo, cada uno de los cuales gasta energía a un ritmo diferente. Por ejemplo, la tasa metabólica en reposo, que determina la cantidad de energía que usan nuestros órganos para mantenerse funcionales cuando se esta parado. Es el proceso que conlleva más energía por parte de nuestras células y en realidad, depende poco de nosotros, pues varía según la persona.

El metabolismo activo, que representa alrededor del 10 al 15% de las calorías que se quema en un día, produce la energía que se usa cuando se camina, se corre o se hace cualquier tipo de ejercicio. Este es el tipo de metabolismo sobre el que se tiene más control, hasta cierto punto, ya que cuanto más nos movemos, más calorías quemamos. Finalmente, está la termogénesis inducida por la dieta, la energía que el cuerpo usa para consumir y digerir los alimentos. Corresponde a entre el 8 y el 12 % del consumo diario de calorías.

El metabolismo activo produce la energía que consumimos cuando hacemos algún tipo de ejercicio

Los músculos y el metabolismo

Los músculos queman más calorías que la grasa. Todos perdemos músculo a medida que envejecemos, a partir de los 20 años y, por lo tanto, también se va perdiendo el poder para quemar calorías. Es importante realizar ejercicios de fuerza, porque cada vez que se ejercita a los músculos de esta manera, se queman calorías mientras se hace ejercicio y después de hacerlo, también. Además, aumenta la velocidad del metabolismo en reposo, incluso si los músculos se mantienen aproximadamente del mismo tamaño.

La falta de proteínas puede ralentizar el metabolismo

Nuestro cuerpo necesita aminoácidos, los bloques de construcción de proteínas para mantenerse funcional. Si no llevamos una dieta lo suficientemente rica en proteínas, el organismo se ve obligado a tirar de los músculos, que tienen una gran reserva. Pero al perder masa muscular, el metabolismo en reposo se vuelve más lento.  

Cuidado con reducir demasiado la ingesta de calorías

Las personas que quieran perder una cantidad significativa de peso, deben tomárselo con calma. Esto le da al cuerpo tiempo para hacerse a las adaptaciones fisiológicas, como un metabolismo más lento, y para aprender comportamientos saludables para mantener el peso. Además, nunca se deben ingerir menos calorías de las que requiere el metabolismo en reposo.

Consumir menos calorías que las necesarias perjudica al metabolismo

Al metabolismo le gusta dormir

Una sola noche de privación del sueño puede alterar el metabolismo y provocar un aumento de peso, según una investigación reciente de la Universidad de Uppsala en Suecia. La falta de sueño tiende a ralentizar el metabolismo de las personas, en parte porque es entonces cuando el cuerpo se repara a sí mismo.