La Asociación Derecho a Morir Dignamente Catalunya (DMD-Catalunya) ha informado este jueves de que el pasado 2024 aumentó en un 52% el número de documentos de voluntades anticipadas (DVA) firmados en el país. Concretamente, en el año pasado se firmaron 30.835 de estos documentos. Aunque las cifras muestran datos provisionales facilitados por el Departament de Salut, el crecimiento es mucho más que notable, y DMD-Catalunya tiene una explicación: ya se puede formalizar los DVA ante un profesional sanitario del ámbito de la atención primaria, hospitalaria o sociosanitaria. Se trata de una iniciativa promovida por la propia entidad dirigida a hacer más accesible el procedimiento para la ciudadanía.

DMD-Catalunya celebra el gran aumento de registros de documentos de voluntades anticipadas. En declaraciones a El Nacional, Cristina Vallès, presidenta de la entidad, ha remarcado la gran respuesta de la ciudadanía, así como "la buena predisposición de los profesionales, tanto de la medicina como de la enfermería." Vallès apunta que permitir hacer este tipo de documentos en espacios como los centros de atención primaria (CAP) supone "un antes y un después", y las cifras así lo avalarían. De hecho, el 58,34% de los DVA en el año 2024 se registraron en los CAP, hecho que para la entidad constata la comodidad y accesibilidad de esta modalidad para la ciudadanía. Con respecto a otros métodos, un 22,09% de los documentos han sido formalizados en notarías, mientras que un 19,58% han sido registrados ante tres testigos.

¿Qué es y cómo funciona un documento de voluntades anticipadas?

Un documento de voluntades anticipadas tiene un objetivo muy claro: que los deseos del paciente al final de su vida puedan ser respetados incluso cuando este no los puede expresar. "Este tipo de documentos hablan sobre todo de cuáles son tus valores y deseos. Por ejemplo, a menudo se transmite el deseo de no sufrir dolor o que no se alargue la vida de manera artificial", explica Vallès. La presidenta de DMD-Catalunya también apunta: "Es fantástico para los profesionales, porque así saben qué tienen que hacer, e importante para la familia, que así no tiene que decidir por ti".

Cualquier persona mayor de 18 años y que se encuentre con capacidad para decidir libremente puede registrar su documento de voluntades anticipadas. En caso de cambiar de opinión, habría que registrar un documento nuevo, que sustituiría al antiguo. Vallès remarca que hay que recordar que "por encima del DVA, siempre está tu palabra". Es decir, se trata de un último recurso para que las voluntades de una persona sean respetadas cuando esta no las puede comunicar.