Una investigación realizada por Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por "la Caixa", ha corroborado que ganar peso en la edad adulta tiene relación directa con problemas respiratorios. Eso provoca una reducción en el espacio torácico y reduce el de las vías respiratorias. Aunque ya se conocía que la edad afectaba al declive de la función pulmonar, este es la primera vez que se analiza la relación que hay entre el peso y la edad y, sobre todo, durante un periodo tan largo de tiempo. La muestra del estudio es de 3.700 personas procedentes de Europa y Australia, que empezaron el proceso en el año 1991 hasta el 2014.
Hasta ahora se habían realizado algunos estudios que tenían una duración de diez años y se centraban principalmente en una mayoría de personas que superaban los cincuenta años de edad. Estos pacientes, sin embargo, incorporan una muestra de 20 a 44 años.
Cuando una persona adulta gana peso se produce un aumento de la grasa abdominal y torácica, cosa que hace perder espacio para que se extiendan las vías respiratorias durante la inspiración. Pero además, puede afectar a la función pulmonar por procesos inflamatorios, ya que el tejido adiposo (zona donde se acumula grasa) genera unas sustancias inflamatorias que pueden afectar al tejido de los pulmones y, al mismo tiempo, la medida de las vías respiratorias.
Se ha demostrado que tanto las personas con un índice de masa corporal que es considerado dentro de los niveles recomendados como aquellas que sufren de sobrepeso u obesidad, cuando ganan peso pierden salud respiratoria, aunque ya se sabe que la edad, indistintamente del peso, hace empeorarla.