Australia, que reabrirá progresivamente sus fronteras internacionales en noviembre, no permitirá la entrada de turistas extranjeros hasta 2022, ha dicho este martes, el primer ministro del país oceánico, Scott Morrison.
"Creo que el próximo año (se permitirá la entrada de turistas extranjeros). La prioridad son los australianos", ha indicado Morrison en una entrevista con el canal 7 de la televisión local, al referirse a la reapertura de fronteras internacionales que se cerraron en marzo de 2020 con el inicio de la pandemia.
Australia tiene previsto reabrir primero el aeropuerto internacional de Sídney y posteriormente el de Melbourne, las dos principales ciudades del país, una vez que se administre la pauta completa de la vacuna contra el virus al 80 por ciento de la población adulta en esas regiones.
Vacuna y cuarentena
Aquellos ciudadanos y residentes permanentes, así como sus familiares cercanos (parejas, hijos o legales guardianes), podrán entrar y salir del país con un certificado de vacunación y una cuarentena domiciliaria, de acuerdo al plan nacional basado en altas tasas de vacunación.
"La siguiente prioridad son los inmigrantes cualificados, que son muy importantes para el país y que estén completamente vacunados, así como los estudiantes que vienen y retornan a Australia para sus estudios", ha precisado el mandatario australiano sin detallar fechas.
Australia, 115.000 casos y unos 1.350 fallecidos desde el inicio de la pandemia, ha administrado la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 a más del 79 por ciento de la población adulta de los 25 millones de habitantes del país y la pauta completa al 56,9 por ciento de este segmento demográfico.
Melbourne, la ciudad del mundo más confinada
Por su parte, Melbourne se ha convertido en la ciudad del mundo con más días bajo confinamiento estricto a raíz de los diferentes rebrotes de la pandemia de la covid-19 en Australia.
La ciudad australiana, que este lunes suma 246 días bajo confinamiento en seis diferente periodos, ya ha sobrepasado a Buenos Aires, que mantuvo su prohibición de salir de casa durante 244 jornadas en dos fases diferentes (entre marzo-noviembre y nueve días en mayo), según el cómputo de la cadena pública ABC.
Los habitantes de Melbourne durante los seis periodos de confinamiento han estado obligados a permanecer en sus hogares en todo momento, con algunas excepciones como ir a comprar o hacer deporte -con una limitación de tiempo y distancia-, y no pueden abandonar la ciudad, con la mayoría de establecimientos y sectores cerrados al público