La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha confirmado la potestad de los ayuntamientos para prohibir el baño en las playas si no se cumplen las normas de seguridad suficientes para evitar el coronavirus o cualquier otra situación que ponga en peligro las medidas estipuladas.
En paralelo, también se pone en marcha el Plan de vigilancia de la calidad de las aguas que, como cada verano, controlará la Agencia Catalana del Agua, ACA. En total, se hará el control sanitario del agua a 234 playas y 13 zonas de baño interiores. Se realizarán nueve muestreos previamente programados que ya empezaron el pasado 15 de junio y acabarán el 15 de septiembre. De entrada, el ACA propone restringir el baño en las playas del Foro, en Sant Adrià de Besòs, y la de la acequia del Molino en l'Escala para ser de categoría insuficiente con datos del 2019. Actualmente se están efectuando medidas de mejora de la calidad del agua.
Con respecto a las zonas de baño interior, también se restringe la playa de Ogern, en Bassella por falta de caudal suficiente que pondría en peligro las condiciones de salubridad. Por otra parte, también se propone que no se puedan bañar en las desembocaduras de aguas dulces a mar, concretamente a una treintena de playas repartidas en veinte municipios.
Las recomendaciones más básicas son la distancia mínima de 100 metros a ambos lados del punto de aportación de agua, restringir el baño a las playas durante episodios de lluvias de 24 a 72 horas y tener especial cuidado de las comarcas del Baix Llobregat, el Barcelonès y el Maresme donde se ha detectado un mayor riesgo.