Un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha elaborado un ranking de las ciudades europeas con mayor y menor mortalidad atribuible a la falta de espacios verdes. La investigación, que ha analizado más de 1.000 ciudades de 31 países europeos, concluye que entre todas ellas podrían evitar hasta casi 43.000 muertes prematuras cada año si cumplieran con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a proximidad residencial a espacios verdes. Barcelona y su área metropolitana se sitúan en el lugar 90 del ranking, el séptimo en el estado español, y según el estudio, se podrían evitar 924 muertes al año.

Los espacios verdes se asocian con varios efectos beneficiosos para la salud, entre los cuales una menor mortalidad prematura; una mayor esperanza de vida; menos problemas de salud mental; menos enfermedades cardiovasculares; mejor función cognitiva en niños y personas mayores y bebés más saludables. También ayudan a mitigar la contaminación atmosférica, el calor y el ruido, contribuyen al secuestro de CO₂ y proveen oportunidades para la práctica de ejercicio y la interacción social.

Recomendaciones del OMS

La OMS recomienda el acceso universal a los espacios verdes y establece que tendría que haber uno de al menos media hectárea a una distancia de no más de 300 metros en línea recta desde cada domicilio. Partiendo de este objetivo y de los datos proporcionados por estudios anteriores, un equipo de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha calculado la mortalidad atribuible a la falta de espacios verdes en 978 ciudades y 49 áreas metropolitanas. El trabajo se ha publicado este viernes The Lancet Planetary Health.

Para calcular el espacio verde existente en cada ciudad, el estudio ha utilizado el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) como indicador principal. El NDVI es un indicador que mide como es de verde un área determinada. Tiene en cuenta cualquier tipo de vegetación, desde el arbolado de las calles en los jardines en propiedades privadas, y se obtiene a partir de imágenes capturadas por satélite.

El equipo científico obtuvo datos de mortalidad por causas naturales y de niveles de espacio verde de cada una de las ciudades estudiadas relativas al año 2015. Después, con una metodología de análisis cuantitativo del impacto en salud y de acuerdo con los datos sobre asociación entre espacios verdes y mortalidad proporcionados por meta-análisis publicados con anterioridad, estimó el número de muertos|muertes por causas naturales que podría ser evitado en caso de que cada ciudad cumpliera con la recomendación de la OMS.

Parque de la Ciutadella, en Barcelona / EP

Más y menos carga de mortalidad

Según el estudio, las cinco ciudades de más de 100.000 habitantes con mayor carga de mortalidad atribuible a un menor índice de Vegetación de Diferencia Normalizada son Trieste (Italia); Turín (Italia); Blackpool (Reino Unido); Gijón (España) y Bruselas. Las cinco ciudades con menos carga de mortalidad son Elche (España); Telde (España); Guimarães (Portugal); Perugia (Italia) y Cartagena (España).

De las ciudades catalanas que salen al ranking, Barcelona se encuentra en el lugar  90 de más mortalidad atribuible a un menor índice de NDVI; Girona, en el 397 y Tarragona, en el 481. Del estado español, Madrid y el área metropolitana se encuentran en el 538.

Más áreas verdes

"El estudio nos da una imagen de conjunto en la cual vemos que hay mucho trabajo por hacer con respecto al reverdiment de las ciudades y muestra que la reducción de la mortalidad podría ser todavía mayor si se establecieran objetivos más ambiciosos que las recomendaciones de la OMS, advierte Mark Nieuwenhuijsen, director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.

"Las ciudades europeas tienen que apostar por la recuperación de áreas urbanas para convertirlas en áreas verdes, por soluciones basadas en la naturaleza, como los tejados verdes o los jardines verticales, y otras medidas como reubicar el tráfico y reemplazar asfalto por espacios y corredores verdes, arbolado urbano o parques de bolsillo," destaca.

 

Imagen principal, parque en Nou Barris / EP