El conseller d'Educació, Josep Bargalló, ha sido rotundo sobre la idea de cerrar las escuelas ante el aumento de contagios por coronavirus: "No cerrarán nunca". Y ha especificado que estas son un motor social, comunitario y económico. De hecho, ha repetido en dos ocasiones la palabra 'económico' y ha hecho un paralelismo con la actividad social y económica existente que tampoco se detiene: "La escuela se tiene que comportar como el resto de la sociedad, con eso estamos de acuerdo. ¿Y qué quiere decir? Con actividad, la escuela no puede estar cerrada".
La respuesta, en rueda de prensa, ha ido dirigida claramente hacia el físico e investigador de la Universidad Rovira y Virgilio (URV), Àlex Arenas. En una entrevista en Catalunya Radio esta mañana, ha dicho que las escuelas se tendrían que cerrar unas semanas. Bargalló niega la afirmación y asegura que se basa en los estudios que Vall d'Hebron y Sant Joan de Déu han publicado y también de acuerdo con la dirección en que sigue al Director General de Salud, Josep Maria Argimon.
Una idea que contrasta con los estudios en los que se remite Arenas. Este, se basa en informes nuevos publicados en Israel donde han estudiado el comportamiento dentro de las escuelas. Según un informe del Ministerio de Salud de este país se advierte que en una clase 3 niños infectaron a 12 personas cada uno y un niño incluso llegó a contagiar 24.
Bargalló pone el pero que todos ya sabemos y recordamos de la primera ola: "La escuela permanecerá abierta mientras la sociedad esté abierta. Y en caso de que la sociedad se cierre, la escuela tendrá que mantener servicios, como el comedor social. La comida que ofrecemos a los alumnos más vulnerables la tenemos que seguir ofreciendo". Por eso ha querido diferenciar todos los servicios que se ofrecen de la actividad lectiva únicamente que sí se podría ver condicionados. Y en defensa de la conselleria que encabeza ha subrayado: "Tan de bono el resto de la sociedad mantuviera las medidas que se dan a las escuelas. Si eso se hiciera a los encuentros familiares y de amigos no estaríamos como, no es un reproche, es un grito".