El vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo en Oncología de AstraZeneca, el doctor catalán Josep Baselga, descarta un confinamiento total o domiciliario. ¿La razón? Lo ve "poco viable" en Catalunya ahora mismo. Además, ha asegurado que las actuales medidas aplicadas en Catalunya, como el cierre puntual por sectores y sin llegar al confinamiento total, son las correctas en este momento de la crisis.
En una entrevista en RAC1 Baselga se ha mostrado contrario a un confinamiento total y apuesta por el modelo que se ha seguido en Nueva York, con medidas perimetrales en determinadas zonas.
Sobre las personas que ya han pasado el virus, el doctor no tiene claro si se tendrán que vacunar o no. Lo que está más claro es que la inmunidad que adquieren después de pasar el virus es de larga duración y cree que los casos de reinfección no: "Queda clarísimo que las personas que han pasado la enfermedad tienen un estado de inmunidad duradera. No sabemos si de un año o dos, pero no es de seis meses".
Plazo para la vacuna
Actualmente, se están desarrollando 165 vacunas y 35 están en ensayos clínicos en enfermos, y algunas de estas en fase final. Ha citado varias, también la que su centro trabaja. "Nuestra vacuna valdrá dos euros, a precio de coste, y estará disponible por todo el mundo, también en África y Asia". El mes de enero, si los estudios son positivos, ha confirmado que se empezarán a distribuir estos billones de dosis, a expensas de saber los canales de distribución. Más allá de los gobiernos, se analizará cuáles serán las mejores vías.
Por todo ello pone como fecha "finales del primer trimestre del año que viene" como el plazo viable para poder distribuirlas. De todos modos, advierte que "la vacuna es una solución", pero no la única. También ha hablado de los anticuerpos: "Uno de los mecanismos por los que funciona la vacuna es porque el sistema inmunológico de la persona tiene la capacidad de producir anticuerpos para atacar y matarlos, pero para que funcionen, el sistema inmunitario tiene que funcionar". También advierte de los efectos inmediatos de la vacuna, "tarda unos días en funcionar y si has estado expuesto, es demasiado tarde". Y pone como "libertad individual" la elección de ponerse o no la vacuna: "No se puede forzar a una persona que tiene derecho a decir qué pasa con su cuerpo".
Baselga también envía un mensaje de esperanza: "No volveremos nunca a la vida normal, la mascarilla formará parte de nuestras vidas relativamente". Pero considera que el verano del 2021 se podrá tener "una vida normal". A pesar de todo, avisa de que habrá nuevos virus y por lo tanto los hábitos, en mayor o menor medida, cambiarán. Como ejemplo, los actos donde se forman aglomeraciones, como los conciertos o los campos de fútbol.