El periodista Jordi Basté fue uno de los primeros rostros públicos de Catalunya en hacer público que tenía coronavirus. El estado de alarma se decretó el 14 de marzo del 2020 y, tres días después, lo explicaba desde su perfil a Instagram.
Lo ha vivido, desde el minuto cero, desde todas las vertientes posibles: en primera persona, como informador con su programa El món a RAC1, palpando el pulso de la ciudadanía a través de su audiencia o en contacto directo con los principales actores de esta pandemia. De sus conclusiones sobre este virus, podemos sacar una mirada más amplia.
¿Por qué decidió hacer público que estaba contagiado en un momento de tanta incertidumbre?
Tengo un buen amigo, que es el doctor Jaume Padrós, y lo llamé. Le dije 'he dado positivo' y me respondió 'tranquilo, explícalo a la gente, te tienes que convertir en una especie de referencia coronavírica'. Me dijo que lo hiciera lo mejor posible y así lo hice, me grabé por Instagram y lo publiqué.
Hemos pedido perdón y si hace falta lo reiteramos
Los expertos sanitarios han reconocido que se equivocaron con el pronóstico. ¿Qué crítica hace de su papel como periodista y de los medios?
Nosotros también nos equivocamos al creer a los médicos, preguntar y que nos dijeran que eso era una gripe o como una gripe y que no era importante. Cuando vas a un médico y no te gusta lo que te dice, te buscas otro, y un tercero, y todos decían lo mismo. Incluso la OMS. Sí, nos hemos equivocado, hemos pedido perdón y si lo tenemos que volver a hacer, lo reiteramos.
Más allá del malestar, ¿cómo vivió el momento en que le confirman que tenía coronavirus?
Lo he pasado muy mal, desde el punto de vista emocional, en el ámbito psicológico. Cuando di positivo, en aquella época no había asintomáticos. Llegué a casa un día solo, es decir, llegué a casa siendo una persona independiente, eso era el día 16 de marzo. Y el 17 estaba solo, yo vivía solo pero entonces estaba solo, que es diferente. Me cogió una especie de bajón emocional.
Lo he pasado muy mal, me sentía independiente y de golpe solo
Todo el mundo me decía 'estate tranquilo'. Y te aseguro que no hay ningún caso tipificado en el mundo que cuando digas a una persona que esté tranquila, se quede tranquila. Todo el mundo me lo decía y yo pensaba 'joder, si todo el mundo me dice que esté tranquilo, empieza a sufrir'.
¿Ha necesitado ayuda profesional?
Sí, yo voy siempre, estoy muy a favor de la psicología. En lugar de ir una vez cada tanto, he ido más porque me gusta comentar la situación de angustia y soledad que provoca este virus.
¿Recuerda el primer abrazo después de pasar el virus?
Con mi hija y por un motivo. Pasamos conjuntamente el coronavirus con mi exmujer y mi hija mayor, la pequeña no. Y claro, con ellas me podía abrazar. Ahora tengo una duda de futuro: si volveremos a abrazarnos como antes, si no marcaremos una cierta distancia, si nos volveremos menos latinos y seremos más nórdicos.
Es de los que les gusta abrazarse o dar dos besos...
¡Mucho! Yo soy una persona que, con quien quiero, me abrazo. Soy muy madrileño en este sentido 'abrazo y con redoble'.
El teletrabajo es una mierda
Teletrabajo: ¿a favor?
No. Tengo la teoría Clapés: el teletrabajo es una mierda. En la radio, el concepto de proximidad en la redacción está muy presente. Pienso en la redacción de Catalunya Ràdio de los años 80, o aquella que sale en la película Primera plana, con Walter Matthau y Jack Lemmon, con el cigarro y el güisqui... Eso hace tiempo que no está pero la proximidad sí y la hemos perdido. El zoom va muy bien pero te ves a ti mismo, es muy raro.
Pero alguna cosa buena habrá llevado...
Se han acabado las reuniones de 500 personas, ir a Madrid cada dos por tres porque tienes una reunión... Hay reuniones absurdas que, en general, el teletrabajo ha ayudado a hacerlo todo más efectivo. Ahora bien, para hacer radio, incluso esta entrevista que estamos haciendo tú y yo, a la distancia no sería lo mismo. Para el periodismo, reitero, la proximidad es un concepto importante.
Cada vez me gustan más estos horarios
Por otra parte, también ha roto los esquemas a aquellos que todo el día quieren hacer reuniones...
Aquellos que se aburren y dicen 'vengo de una reunión, de otra,' eso se ha acabado. Y está muy bien, también, el toque de queda. Para mí es uno de los mejores años de los últimos cuando me preguntan si he sufrido. Y me dirás, ¿por qué? Pues porque a las diez de la noche tengo que estar en casa, puedo dormir más y te lo tomas todo de una forma más calmada. Cada vez me gustan más estos horarios, menos para los fines de semana.
¿En el terreno profesional, qué evento le ha hecho más rabia no vivirlo en directo?
Ir a conciertos musicales. Me gusta mucho y me ha puesto extraordinariamente nervioso. Pero también perderme los Juegos Olímpicos. Este verano, sin música ni Juegos, ha sido más duro.
Llevamos un año cerrados y nos merecemos acabarlo pronto
Pero hacer el relato de un hecho tan excepcional, también es motivador como profesional de los medios...
Hubiera agradecido que fuera más breve esta pandemia pero como experiencia, ha sido increíble. ¡Seré un abuelo muy pesado! Los míos me hablaban de la Guerra Civil y yo podré explicar a los nietos, los atentados del 11-S, el procés en Catalunya... Evidentemente la Covid es una cosa que tendremos que explicar porque afortunadamente espero que no la sufran y no somos conscientes de cómo de bien nos hemos portado como sociedad latina que somos. Nos dijeron que nos cerráramos y lo hemos hecho, que saliéramos a aplaudir los sanitarios y salimos. Llevamos un año cerrados y nos merecemos acabarlo lo antes posible.
Desde su contacto diario con políticos, sanitarios, economistas... ¿Qué percepción tiene de los grandes actores de esta pandemia? ¿Le transmiten confianza?
En esta época pandémica, mucha gente seguro que no lo percibirá pero tenemos que saber dar las gracias y no lo hemos hecho todavía a Vergés, Illa, Argimon, Padrós, Clotet, Campins, Mothe, la OMS, Simón... Porque no sé qué sueldo deben tener pero ellos tenían que ser nuestra paz y tranquilidad, la terapia contra nuestras angustias, y yo soy muy crítico pero por mucho que se hayan equivocado, que se han equivocado, gestionar todo eso no ha sido fácil.
Tenemos que saber dar las gracias y todavía no lo hemos hecho
¿El periodismo tiene que tener en cuenta una cierta complacencia de forma excepcional con ellos?
El periodismo tiene que ser exigente con los políticos, tenemos que pedir que no nos engañen. He hablado mucho con Illa, Vergés, Argimon, Clotet que está conectado a todas horas, el doctor Trilla también... Les tenemos que decir 'muchas gracias por ayudarnos a sacarnos de eso'. También la humanización del llanto en público es buena. Otra cosa es que hagas teatro o putrefacción, estoy de acuerdo con que lloren, yo soy muy llorón.
¿La audiencia continúa muy interesada con la Covid o empiezan a recortar este contenido del guión?
Empiezo a ver que si no sale una Isabel Díaz Ayuso de turno, me gusta hablar con la gente que saca la cabeza. La audiencia quiere noticias optimistas y venden mucho. Ahora hablamos de las vacunas que es el headline.
¡Las noticias optimistas venden mucho!
Y cuál es la expresión que más rabia le ha creado: 'calma tensa', 'está sobre la mesa'...?
Me dan mucha rabia las dos. ¡Uf! Y la peor expresión de la pandemia es 'cuidémonos'. Yo, que soy muy hipocondríaco, cuando uno te lo dice, ¿qué significa? ¿No me estoy cuidando? ¿Que tenemos un problema muy grave y nos tenemos que cuidar entre nosotros? Me da mucho miedo. De estas expresiones coloquiales, alejémonos.
En clave de futuribles: ¿dónde se imagina este verano?
Todo el mundo dice que en verano estaremos mejor. Yo el verano pasado no lo pasé mal del todo pero agradecería ir más de conciertos y disfrutar del ocio que corresponde. Y las vacunas ayudarán.