El land de Baviera incrementa las medidas de protección más allá de las restricciones que el gobierno alemán de Angela Merkel ha impuesto para pasar la tercera ola de coronavirus. Por eso, ha decidido que las mascarillas FFP2 son de uso obligatorio dentro del transporte público y a las tiendas. La medida entra en funcionamiento a partir de este lunes y, en definitiva, hace que de rebote muchos lo acaben utilizando en su día a día para pasear. El gobierno bávaro considera que "decretar medidas efectivas de protección" pueden ser mejores que un bloqueo prolongado en el tiempo porque acaba afectando a la economía.

De hecho, la medida ha venido decretada por el ministro de Asuntos Económicos de Baviera, Hubert Aiwanger, y no el de Salud. Aiwanger considera que las FFP2 reducen de forma más efectiva el riesgo de contagio y pueden suponer la reapertura de ciertos sectores económicos y favorecer, especialmente, el comercio minorista. Actualmente, estos están cerrados pero quieren evitar que lo sigan sufriendo siete días más. Las divergencias con Merkel se han hecho pal·leses con este detalle ya que Baviera es uno de los länder más reticentes al confinamiento que plantean desde el gobierno dederal.

Críticas a la iniciativa

También se especifica que se acepta el uso de otras máscaras, con un efecto protector comparable o superior a la máscara FFP2. Por ejemplo, se mencionan las KN95 y N95. A pesar de todo, la iniciativa no ha sido bien recibida para todo el mundo. La oposición considera que tiene un carácter obligatorio y su precio es más elevado que de otros. La respuesta de Aiwanger es que se compromete a proporcionar, de momento, 2'5 millones de estas mascarillas de forma gratuita en toda la población. Si la medida funciona, Merkel no descarta adoptarla en todo el país.

Dorothee Schiwy, responsable de Asuntos Sociales en Munich, pide enmendar los errores de la distribución: "En Munich hay unas 2.900 personas mayores de 14 años que dependen de nuestros servicios... A mi entender, no entregar máscaras FFP2 a estas personas, la mayoría de las cuales todavía viven en un alojamiento comunitario, es absurdo. Además, hay, por descontado, un gran número de personas que no reciben ningún beneficio, pero que todavía viven al límite de la pobreza. Evidentemente, no se ha tenido en cuenta a estas personas. Igual que los grupos vulnerables que necesitan una protección especial o las personas que atienden cada día personas en situaciones de emergencia social en instituciones de bienestar gratuito y que necesitan urgentemente protección contra las máscaras FFP2 ".

Por su parte, el ministro federal de Salud, Jens Spahn (CDU), ha anunciado que 34,1 millones de ciudadanos recibirán vals por correo estos días para intercambiarlos por una FFP2 en las farmacias. Según Spahn, los vales se envían dos veces de seis (un total de doce) máscaras de protección, que no sólo minimizan el riesgo de infección para otras personas, sino que también protegen en gran medida el portador de los virus.

Fotografía de la noticia: el ministro federal de Salud, Jens Spahn