Hasta hace poco las algas no eran un alimento habitual en nuestra alimentación, pero lo cierto es que su introducción en la dieta conlleva una serie de beneficios que se debe considerar, pues se ha demostrado su acción sobre la salud digestiva o la función tiroidea.
A pesar de que todavía provocan cierto rechazo en muchas personas, sobre todo por desconocimiento o porque no las han llegado a probar jamás, las variedades nori, wakame, espirulina o chlorella son algunas de las más conocidas y se pueden incorporar fácilmente en diferentes recetas. Estos son algunos de los efectos saludables que producen en nuestro organismo.Son muy nutritivas
Las algas son una fuente rica en hierro y yodo y su ingesta permite aumentar el consumo de vitaminas y minerales sin añadir muchas calorías. Además, contienen también antioxidantes, que pueden proteger el cuerpo del estrés oxidativo y reducir la inflamación a nivel celular.
Mejoran la función tiroidea
La glándula tiroides ejerce un control sobre la producción de hormonas y el ciclo que permite la producción de energía, el crecimiento y la reparación celular. Para funcionar correctamente, la tiroides necesita yodo, por lo que debemos asegurarnos de una ingesta adecuada del mismo a través de la alimentación. Las algas kombu, wakame y nori son ricas en este mineral.
Tiene efectos beneficiosos sobre la diabetes
Los alimentos ricos en fibra pueden resultar beneficiosos en el tratamiento de la diabetes, porque ayudan a regular los niveles de glucosa e insulina en sangre. Tomar algas permite aumentar la ingesta de fibra sin aumentar apenas las calorías. Los compuestos que se encuentran en las algas también pueden reducir los factores de riesgo de diabetes, como la inflamación o los niveles altos de grasa.
Ayudan a la función intestinal
Las algas tienen altas cantidades de fibra, que pueden representar entre el 23 y el 64 por ciento del peso seco de las mismas. Esta fibra prebiótica es saludable para el intestino porque ayuda a alimentar las bacterias que allí se encuentran. Y con ello, mejora la actividad del sistema inmunitario.Protegen el corazón
Las algas también pueden reducir los niveles de colesterol en la sangre. Están formadas por fibras solubles que se unen a los ácidos biliares del cuerpo. El organismo hace uso del colesterol para reemplazar estos elementos, lo que puede redundar en una disminución del colesterol total de hasta un 18 por ciento. Además, tienen altos niveles de antioxidantes, que también mejoran la actividad cardiaca.