Estas últimas semanas, la nueva serie de Netflix “Gambito de Dama” ha cosechado un gran éxito en varios países del mundo. Está basada en el libro del mismo nombre del escritor americano Walter Tevi y cuenta la historia de una joven llamada Beth Harmon, una niña prodigio del ajedrez con unas habilidades increíbles que es capaz de vencer a los mejores maestros del mundo.
Como suele ocurrir en otras ocasiones, la serie ha vuelto a poner de moda el ajedrez. Y no es porque a nadie le interesara, pero lo cierto es que en las librerías han vuelto a aparecer en las estanterías de los más vendidos libros acerca de la historia de este juego y sus movimientos y estrategias.
El ajedrez es uno de los juegos más antiguos que existen. De su práctica se derivan un gran número de beneficios, sobre todo en lo que se refiere a las funciones ejecutivas del cerebro y el desarrollo cognitivo del mismo. Por este motivo, se suele recomendar su práctica a los niños y son muchos lo que piden que forme parte del currículum escolar. De hecho, no es raro que algunos centros lo incluyan como asignatura o al menos como actividad extraescolar.
Los beneficios sobre las funciones ejecutivas del cerebro son claros. Mejora el desarrollo de las actividades complejas: razonamiento, la toma de decisiones, la inhibición de la respuesta, la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo, la planificación o la organización.
Pero no solo para los niños. En todas las edades es una estupenda herramienta para mejorar la atención. Teniendo en cuenta que en plena época de pantallas y después de un año en el que tantos los más pequeños como los adultos hemos hecho un uso excesivo de las mismas debida a los confinamientos y restricciones, practicar este juego nos puede ayudar a recuperar la capacidad de atención y concentración. Además, estimula el análisis, la previsión y la creatividad, pues cada juego es un mundo y puede haber infinitas posibilidades de tácticas y estrategias.
En la parte terapéutica está recomendada especialmente a dos sectores de la población. Por un lado, aquellas personas mayores que sufren de Alzheimer. Los estudios han demostrado que el ajedrez entrena la memoria. De hecho, existe un estudio que demuestra sus beneficios en el tratamiento de la enfermedad y que fue publicado en la revista New England Journal of Medicine.
Por otro lado, este juego también está indicado para tratar a los niños que padecen Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Diversos hospitales madrileños llevaron a cabo un estudio en niños y se encontraron unas mejorías clínicas estadísticamente significativas tanto de los síntomas de falta de atención como de hiperactividad, tras 11 semanas de entrenamiento en ajedrez, concretamente en 44 niños y adolescentes con TDAH. Una mejoría que también se tradujo en la percepción de los padres, pues casi la mitad de los padres refirieron una disminución de la severidad del TDAH del 30%.