El bicarbonato de sodio es un elemento básico a la hora de cocinar que habitualmente se utiliza para aumentar el volumen de determinados platos en la cocina, sobre todo en la repostería. Pero también suele usarse como remedio casero para algunas dolencias. Es el caso de su uso para aliviar la acidez estomacal o incluso para blanquear los dientes.

En un estudio llevado a cabo por científicos  del Colegio Médico de Georgia en la Universidad de Augusta,  y cuyos resultados se publicaron en The Journal of Immunology, los investigadores cuentan cómo beber una solución de bicarbonato podría ayudar al sistema inmunitario contra enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide.

El bicarbonato proporciona una señal a un tipo especial de células llamadas células mesoteliales, advirtiéndoles de que el cuerpo está bien, lo que hace innecesario que el sistema inmune se muestre agresivo y evitando, por lo tanto, las respuestas autoinmunes dañinas.

Las células mesoteliales recubren los órganos internos, así como muchas cavidades diferentes en el cuerpo. No solo evitan que los órganos y otros tejidos internos se peguen, sino que también cumplen otras funciones, aunque no todas se han estudiado en detalle.

La investigación

En el citado estudio, los investigadores probaron el efecto que una solución de bicarbonato de sodio tendría primero en ratas, y luego en personas sanas. El bicarbonato de sodio incita al estómago a producir más ácido gástrico, lo que le permite digerir los alimentos de manera más rápida y fácil. Pero, además de esto, también parece decirle a las células mesoteliales que recubren el bazo que se lo tomen con calma, porque no hay amenaza.

Los autores del estudio señalaron que aquellos que bebieron la solución de bicarbonato experimentaron un cambio en los tipos de células inmunes activadas en el bazo. De hecho, los macrófagos proinflamatorios disminuyeron en número, mientras que los niveles de células antiinflamatorias aumentaron.

Los mismos tipos de células también se encuentran en la sangre y los riñones, y el bicarbonato de sodio se usa para el tratamiento de la enfermedad renal crónica. Esta idea llevó a los autores del nuevo estudio a explorar los mecanismos a través de los cuales esta sustancia podría ayudar a mejorar la función renal.

Al principio, los investigadores analizaron los efectos de la solución de bicarbonato de sodio en un modelo de enfermedad renal en ratas, y luego nuevamente en ratas sanas, que actuaron como muestra de control.

Esto es cuando los investigadores notaron que los niveles de macrófagos proinflamatorios en los riñones disminuyeron, mientras que los de las células antiinflamatorias aumentaron.

Tanto las ratas con enfermedad renal como las ratas sanas presentaron el mismo desarrollo. Y fue este cambio el que marcó la noción de que el bicarbonato de sodio podría influir en la respuesta inflamatoria a nivel celular.

Cuando los investigadores reclutaron estudiantes de medicina sanos y les pidieron que bebieran la solución de bicarbonato de sodio, se hizo evidente que el efecto antiinflamatorio de esta sustancia se produjo tanto en el bazo como en la sangre.

Los resultados del estudio llevaron a los científicos a concluir por qué el bicarbonato de sodio puede ayudar con las enfermedades autoinmunes, incluida la artritis, y una mayor investigación sobre estos mecanismos podría ayudar a optimizar los resultados obtenidos a través de este compuesto común.

En palabras de los científicos, “es potencialmente una forma realmente segura de tratar la enfermedad inflamatoria”.