El coronavirus crece en Catalunya. La tendencia de bajada y estancamiento de septiembre y octubre ya no es lo que muestran los datos actuales. Según el portal de Dades Covid de este martes, se han notificado 1.115 nuevos positivos en las últimas horas y la incidencia acumulada de los últimos 14 días es de 95,06. También el índice de positividad ha aumentado considerablemente los últimos días, hasta situarse al 3,33%, aunque está por debajo del 5%. Este límite lo fija la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lo considera un buen indicador para constatar que un país tiene la pandemia bajo control.

¿En este contexto, podemos hablar ya de sexta ola? "Lo primero sería preguntarnos qué es una ola. Es cuestión de vocabulario y es subjetiva. En Catalunya hay gente que cuando habla de la cuarta ola la llama la 'olita', o gente que la tercera y la cuarta las junta y las considera una sola". Clara Prats Soler, que dirige el grupo de investigación sobre la Covid al equipo de biología computacional Biocomsc de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) insiste que "hemos cambiado de fase. A en septiembre y octubre había cierta estabilidad con subidas locales y ahora ha cambiado, y en las próximas dos semanas se podría mantener el crecimiento. Ahora, estamos en crecimiento sostenido".

¿Diferencias entre la quinta ola y la sexta (?)

Pero esta nueva 'ola' tiene puntos que la diferencian de las olas anteriores. Sin ir más lejos, la vacunación. "Si lo comparamos con la quinta ola|oleada, hay dos factores que jugaron en contra. En junio teníamos una parte de la población no vacunada y en verano había muchas más interacciones sociales. El virus encontró un espacio por recorrer. A partir de aquí fue saltando a franjas vacunadas", constata. De hecho, destaca que precisamente eso es lo que está pasando ahora a Alemania o Austria –es decir, nuestra quinta ola. "Lo que juega a favor (ahora) es que la población de 60 a 69 años llevaban una sola dosis y se intentó acelerar el ritmo de vacunación con la llegada del delta", argumenta. "En el ámbito hospitalario, esperamos que las consecuencias sean menores".

Además, expone también que "la población más mayor que parecía que había pérdida de efectividad ya tienen las terceras dosis. Por lo tanto, sobre el papel esperamos un comportamiento diferente del que tuvimos en junio y julio. En la realidad, sin embargo, no sabemos qué puede pasar". Así, recuerda que el frío y el hecho de frecuentar ahora más interiores que cuando hace buen tiempo son factores que juegan en contra.

Prats comenta que se espera una afectación menor, y que el número de ingresos sea pequeño. Ahora bien, también destaca que si finalmente la incidencia es muy alta, el número de ingresos puede verse afectado. De esta manera, explica el caso de Dinamarca, que tiene una tasa de vacunación parecida y unos 5,8 millones –un poco menos que en Catalunya con unos 7,7 millones–. Retiraron las medidas en septiembre y empezaron a crecer. "Ahora es cuando empiezan a sufrir afectación hospitalaria". También ha recordado, sin embargo, que en el país se hacen muchos más tests que aquí en Catalunya. Y, por lo tanto, diagnostican más casos que nosotros.

¿Hacen falta restricciones?

"Con una incidencia más baja, las medidas pueden ser más suaves. Existe la opción de plantear medidas menos agresivas, como podría ser el certificado covid. El objetivo tiene que ser minimizar la transmisión en entornos de alto riesgo, entornos cerrados o sin ventilación," constata. "Los entornos de más alto riesgo, son los que complican la acción".

En este contexto, destaca que es posible que si la incidencia es de riesgo alto o muy alto "quizás entonces el pasaporte covid no sería suficiente". "Ahora estamos en una situación donde podemos plantear medidas más suaves para acabar de pasar este invierno". Así, recuerda que ahora tenemos una Rt alta –1,56– y prácticamente sin medidas. Argumenta pues que "poder poner alguna medida más suave este invierno no se tendría que detectar".

 

 

 

Imagen principal: Clara Prats Soler, dirige el grupo de investigación sobre la Covid al equipo de biología computacional Biocomsc de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) / UPC