La Comisión Europea ha pedido este martes a los gobiernos europeos ampliar la prohibición de fumar a determinadas zonas al aire libre como son las terrazas de bares y restaurantes, parques infantiles y piscinas o paradas de autobús y al mismo tiempo ha abogado para aplicar este veto también en los productos emergentes como los cigarrillos electrónicos, contengan nicotina o no.
"En una Unión Europea de la Salud, tenemos el deber de proteger a nuestros ciudadanos, en particular a los niños y los jóvenes, contra la exposición al humo y a las emisiones nocivas," ha avisado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, en un comunicado en el cual también ha hecho valer el compromiso común de conseguir una "generación sin tabaco" en el horizonte de 2040. La recomendación no es vinculante porque los Estados miembros tienen la competencia exclusiva sobre las políticas sanitarias, pero Bruselas los anima a trasladar este objetivo a sus estrategias nacionales "teniendo en cuenta sus circunstancias y necesidades" particulares.
Pone el foco en limitar en el aire libre
España ya tiene un plan antitabaco
El Ministerio de Sanidad ya aprobó este abril el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIPT) 2024-2027 con el aval de todas las comunidades autónomas, que incluye regular nuevos espacios libres de humo, el aumento de los impuestos en el tabaco, introducir la empaquetadura genérica o la equiparación de la regulación en la publicidad de los cigarrillos electrónicos y otros productos derivados. El objetivo de Sanidad es prohibir el tabaco en las terrazas, las marquesinas o las playas, una medida que no dista mucho de las recomendaciones de la Comisión Europea, pero que no dice nada de los espacios de transporte público.
Otra de las medidas previstas, que está pendiente de implementar a través de la legislación, es el aumento del precio del tabaco a través de una subida en los impuestos. En este sentido, el Gobierno propone crear un impuesto específico para los cigarrillos electrónicos con nicotina y que el dinero recaudado ayude a financiar otras medidas del plan en materia de prevención. La propuesta de regulación hecha en España también aborda la lucha contra los 'vapejadors' o cigarrillos electrónicos, equiparando estos productos con el tabaco tradicional, imponiéndole más restricciones. Sanidad quiere limitar los lugares de venta de estos productos y equiparar la promoción y publicidad en la del tabaco, unas medidas enfocadas a evitar que la población más joven se inicie en el consumo, a de más de prohibir la venta de los modelos de un solo uso para evitar el impacto que tienen sobre el medio ambiente.