¿Cuáles son las causas de que esté descendiendo tanto la natalidad? Los expertos apuntan a varios factores: la situación económica, los sistemas de apoyo familiar y social, los propios valores personales…. Pero un equipo de expertos de la Universidad de Arizona apuntan también a otra causa: el cambio climático.
Sabrina Helm, profesora de la Escuela Norton de Ciencias de la Familia y el Consumidor de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida de esta institución, es la autora principal de un nuevo estudio que lleva por nombre No future, no kids–no kids, no future? (¿Sin futuro no hay niños-sin niños no hay futuro?) que analiza cómo el cambio climático está afectando las decisiones de las personas sobre si tener hijos.
Para comprender mejor las razones específicas relacionadas con el cambio climático que tienen las personas para no querer tener hijos, el equipo de científicos ha tenido en cuenta varios factores. En primer lugar, las opiniones respecto a los artículos publicados sobre la creciente tendencia de personas que renuncian a tener hijos debido a preocupaciones sobre el cambio climático. Además, entrevistaron a un grupo de adultos de entre 18 y 35 años que aseguraron que el cambio climático juega un papel importante en su toma de decisiones reproductivas.
Las tres razones principales que se aducen según los participantes fueron, en primer lugar, el consumo excesivo. Casi todos subrayaron que les preocupaba cómo los niños contribuirían al cambio climático a través de una mayor huella de carbono y el uso excesivo de recursos que podrían volverse más escasos en el futuro, como los alimentos y el agua. En segundo lugar, la superpoblación, puesto que sentían que tener más de dos hijos sería problemático e incluso egoísta y por eso apostaban por la adopción como una opción más responsable. Y, en tercer lugar, un futuro incierto. Los entrevistados también expresaron con frecuencia una sensación de fatalidad sobre el futuro si el cambio climático continúa sin control. Muchos dijeron que se sentirían culpables si traían a un niño a un mundo con un futuro tan incierto.
También es cierto que muchos de los participantes expresaron la esperanza de que las generaciones futuras puedan contribuir a la mejora del medio ambiente aumentando la conciencia y la acción al respecto. “Existe la esperanza de que las generaciones futuras mejoren las cosas”, asegura Sabrina Helm.
Comprender cómo el cambio climático afecta la toma de decisiones reproductivas es parte de un estudio más amplio para comprender cómo el cambio climático está afectando a las personas mental y emocionalmente en general. Según Helm, la ansiedad por el cambio climático está aumentando, especialmente entre los más jóvenes. “Muchas personas ahora se ven gravemente afectadas en términos de salud mental con respecto a las preocupaciones sobre el cambio climático”.
La decisión sobre tener hijos, que muy pocos toman a la ligera, es un asunto importante desde una perspectiva de salud pública. Todo se relaciona con este tema más amplio de cómo el cambio climático afecta a las personas más allá del efecto inmediato de los fenómenos climáticos.